Tener poca saliva puede parecer un problema menor, pero impacta en funciones básicas como hablar, comer y tragar. Además, puede esconder afecciones más serias. Qué recomiendan los especialistas.
Las glándulas salivales producen alrededor de medio litro de saliva por día. Cuando esta cantidad disminuye, el cuerpo lo hace notar con síntomas como sensación pegajosa, mal aliento o dificultad para tragar. La condición se conoce médicamente como xerostomía.
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Según el odontólogo alemán Stefan Zimmer, catedrático de odontología restauradora y preventiva en la Universidad de Witten/Herdecke, consultar al dentista es fundamental si la sequedad es frecuente o permanente. “La boca seca no debe naturalizarse: puede esconder problemas mayores”, advierte.
La organización alemana proDente detalla que la saliva es clave para humedecer los alimentos, permitir que las papilas gustativas reconozcan sabores y proteger los dientes de la erosión. Sin ella, se incrementa el riesgo de caries, infecciones y lesiones en labios o lengua.
La saliva ayuda a mantener un equilibrio saludable de bacterias en la boca. Si la saliva no es suficiente, las bacterias y otros organismos presentes en la boca se desarrollan demasiado rápido. La saliva también limpia la boca de los ácidos y las partículas de alimentos que quedan después de comer. Esto significa que la falta de saliva puede provocar enfermedad de las encías (enfermedad gingival) y caries dentales. La sequedad en la boca también puede hacer que sea difícil usar prótesis dentales.
La boca seca puede presentarse en cualquier etapa de la vida, pero ciertos grupos tienen mayor riesgo:
Los especialistas sugieren medidas simples y accesibles para mejorar la producción de saliva:
El Centro para la Calidad de la Atención (ZQP) de Berlín y la Clínica Universitaria Charité proponen además un enjuague casero con manzanilla y linaza, que calma la mucosa y puede usarse hasta cuatro veces al día.
La sequedad bucal no es solo una incomodidad: puede ser un signo de enfermedades o un efecto colateral de medicamentos. Atenderla a tiempo, mantener una buena hidratación y consultar al especialista son pasos esenciales para cuidar la salud oral y general.