Nilton Santos Villalta, director de la División Antidrogas de la Policía Nacional del Perú, dio detalles del operativo que terminó con la captura del presunto autor intelectual del triple crimen de Florencio Varela.
Mientras avanza el proceso de extradición de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, señalado como el presunto autor intelectual del triple crimen de Florencio Varela, se conocieron nuevos detalles sobre su detención en Perú.
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El operativo fue encabezado por el general Nilton Reinaldo Santos Villalta, director de la División Antidrogas de la Policía Nacional del Perú, quien reveló que el acusado “no era un personaje conocido” en su país antes del caso que conmocionó a la Argentina.
En diálogo con el programa Cámara del Crimen (TN), el oficial explicó que Valverde “no tiene antecedentes penales en territorio peruano, ni registros migratorios de entrada o salida”, lo que indica que se movía por pasos no autorizados.
Aunque no contaba con causas judiciales en su país natal, Santos Villalta señaló que “Pequeño J” creció en un entorno vinculado al delito. “Su padre fue asesinado en 2018; uno de sus tíos está preso en Trujillo y el otro tiene denuncias por robo y extorsión”, detalló. Según el general, su padre, Janhzen Valverde, integraba la banda criminal Los Injertos de Nuevo Jerusalén, dedicada a robos y extorsiones en la región de La Libertad, aunque no al narcotráfico.
Cómo fue la detención de “Pequeño J” y Matías Ozorio
El 30 de septiembre, “Pequeño J” y su colaborador Matías Ozorio fueron detenidos en distintos puntos de Perú con apenas horas de diferencia. Las autoridades ya sabían que ambos planeaban reunirse en Lima para viajar a Trujillo.
Ozorio fue capturado primero, en la zona norte de la capital. Según Santos Villalta, “no tenía teléfono celular ni dinero; había dormido dos noches en la calle y aseguró que fue llevado a Perú con engaños por una organización de traficantes”.
La detención de “Pequeño J” se concretó ese mismo día, gracias a una operación conjunta entre la Policía peruana y las autoridades argentinas, que compartieron en tiempo real información clave: imágenes, la notificación roja de Interpol y los datos del teléfono que usaba el fugitivo.
“Se pudo seguir su recorrido desde el sur de Perú hacia Lima”, explicó el general. Finalmente, fue capturado en Pucusana, al sur de la capital, a las 18:34 (hora local), luego de que su vehículo fuera detectado por el rastreo del celular.
La fuga de Valverde se complicó por un bloqueo de carreteras debido a una protesta de pescadores en la Panamericana Sur. En su intento por escapar, el sospechoso cambió de vehículo y subió a un camión que transportaba pescado, pero fue interceptado por los agentes.
“El personal logró ubicarlo, subimos al camión, verificamos su identidad y él mismo reconoció quién era”, relató Santos Villalta. “Al ser detenido, dijo que no era culpable y pidió que se lo investigara”.
El general también confirmó que, al momento del arresto, “Pequeño J” no tenía dinero en su poder. “Solo tenía monedas y un teléfono celular”, precisó.