Julieta Poggio volvió de Tailandia y reveló el caos que vive en su departamento antes de mudarse

Luego de varias semanas de aventura por Tailandia, Julieta Poggio regresó al país y se encontró con un problema doméstico que decidió compartir con sus más de tres millones de seguidores. Desde el lobby de su edificio, la actriz y bailarina confesó que lleva dos días evitando entrar a su departamento por el nivel de desorden que dejó tras su viaje.

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO

“Me avergüenzo porque hace dos días que no quiero entrar para no afrontar la situación. No puedo abrir la puerta y ver el quilombo que tengo”, dijo en una de sus historias de Instagram. La joven mostró imágenes del interior de su casa, donde se veían valijas a medio desarmar, bolsos, ropa y zapatos tirados por el piso, lo que hacía difícil incluso moverse por los ambientes.

Poggio explicó que el caos no solo responde al regreso de su viaje, sino también a que se está preparando para mudarse al departamento que compró en abril. “No sé por dónde empezar”, reconoció casi al borde del llanto, y pidió a su comunidad que le enviara tips de mudanza para enfrentar esta nueva etapa.

La artista también mostró el balcón, donde ordenó algunas valijas y bolsas en un tímido intento por reorganizar sus pertenencias. “¡No da, no da! ¡Ya me pongo las pilas!”, expresó visiblemente frustrada por la situación.

En medio del estrés por la mudanza, Poggio adelantó que, una vez instalada, viajará a Córdoba para sumarse a la temporada teatral de verano con la obra Cortocircuito, donde compartirá elenco con Pedro Alfonso, Yayo Guridi, Viviana Saccone y Sebastián Almada.

Además, recordó uno de los momentos más virales de su viaje por el sudeste asiático: cuando dos monos la atacaron durante una excursión en la playa, episodio que se difundió rápidamente en redes. Con humor, la ex participante de Gran Hermano escribió: “Pov: lo tuyo no son los animales”, aludiendo también a otros incidentes que protagonizó, como la vez en que un caballo la pateó en Tucumán.