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Opinión y Actualidad

¡Fuera el imperialismo de América latina!

La presencia de Estados Unidos en América latina siempre ha sido desastrosa. Por lo general, se la ha vinculado a golpes de Estado y dictaduras militares en el continente.

Hoy 07:19

Por Emir Sader
Para Página 12

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América latina dejó de tolerarlo hace mucho tiempo. El último intento de golpe militar ocurrió en Venezuela y fracasó estrepitosamente.

Desde entonces, la derecha continental ha cambiado su forma de actuar. Ha comenzado a utilizar una nueva forma de golpe, recurriendo a la guerra legal, la judicialización de la política. Esto ocurrió en varios países, como Brasil y Bolivia, pero esta nueva forma de golpe también fracasó.

El continente ha afirmado cada vez más su soberanía, fortaleciendo las democracias y la lucha contra el neoliberalismo. De tal manera que se ha convertido en el epicentro mundial de la lucha contra el neoliberalismo, proyectando a los líderes políticos más importantes de este siglo en el mundo.

La reacción y la resistencia a los aumentos arancelarios del gobierno de Donald Trump derrotaron este nuevo tipo de ofensiva imperialista en América latina. De repente, en medio de sus múltiples pronunciamientos arbitrarios, Trump afirma que “Estados Unidos reforzará su presencia militar en Latinoamérica“.

Esto ocurre al mismo tiempo que Estados Unidos continúa bombardeando buques venezolanos, bajo acusaciones, sin pruebas, de promover el narcotráfico hacia Estados Unidos. Estas acciones han sido condenadas por prácticamente todos los países del continente.

¿Cómo se atreve Trump a anunciar este aumento de la presencia militar estadounidense en Latinoamérica? Este continente ya no es el patio trasero de Estados Unidos. Una de las principales características de este siglo es el declive, o incluso la decadencia, del imperialismo estadounidense en todo el mundo y, especialmente, en Latinoamérica.

Estados Unidos ya no tiene ninguna posibilidad de reforzar su presencia militar en el continente. ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Con qué tipo de apoyo?

Ese tiempo ha pasado, y Donald Trump no se da cuenta. Ni siquiera la nueva derecha del continente, con los gobiernos de Argentina y el probable futuro de Chile, se atreve a apoyar esta eventual mayor presencia militar de Estados Unidos en Latinoamérica.

Ni siquiera en Venezuela se atreve Estados Unidos a iniciar operaciones terrestres, consciente de que esto generaría una enorme solidaridad, no solo en el continente, sino también de grandes potencias como China y Rusia.

Si se embarcan en una nueva aventura —como la totalmente fallida de Playa Girón en Cuba— sufrirán otra derrota, tanto por la resistencia del pueblo venezolano, armado y organizado, como por la inmensa solidaridad que inevitablemente generará una nueva aventura imperialista en el continente.