El problema va mucho más allá de lo doméstico. A nivel nacional, se pierden y desperdician alrededor de 16 millones de toneladas de alimentos por año, según la Dirección de Agroalimentos de la Secretaría de Agricultura.
El desperdicio de comida es una de las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero y representa una pérdida masiva de recursos productivos.
En el caso de frutas y verduras, se estima que el 45% de lo producido no llega al consumo, ya sea por pérdidas en la cadena o por descarte en los hogares.
Frente a este escenario, el Banco de Alimentos Buenos Aires informó que ya logró recuperar más de 6100 toneladas de alimentos en lo que va de 2025 y proyecta cerrar el año con unas 7000 toneladas, destinadas a 1280 organizaciones sociales del AMBA.
La entidad rescata únicamente alimentos aptos para el consumo, tanto perecederos como no perecederos, que provienen de la industria alimenticia, supermercados, productores y empresas de logística. El proceso incluye controles, clasificación y distribución, con estrictos criterios de seguridad alimentaria: no se aceptan productos vencidos y todas las donaciones deben contar con fecha y rotulado legible.
Las recomendaciones para no desperdiciar alimentos
* Orden en el guardado: aplicar la rotación del “primero vence, primero se usa”, que reduce hasta un 20% del descarte por vencimiento.
* Ubicación correcta en heladera y alacena: separar crudos, cocidos, frutas y verduras, evita pérdidas por contaminación.
* Planificación semanal de comidas: evita cocinar “de más”, una de las principales causas de desperdicio.
* Comprar local y estacional: mejora la frescura, baja costos y reduce pérdidas en origen.
* Dedicar tiempo a los alimentos: revisar, ordenar, transformar antes de que se deterioren con hábitos diarios de observación
* Aprender técnicas de conservación y su seguridad para transformar restos o excesos en encurtidos, deshidratados, fermentos, conservas.
* Cocinar con lo que hay: antes de volver a comprar, revisar heladera y despensa. Prender el uso de condimentos como las especias, tan valiosas para transformar sabores
* Compra a conciencia, lo necesario: especialmente panificados, frutas y verduras, que son los más desperdiciados.
* Legumbres: se pueden cocinar por tandas y congelar, evitando desperdicios por vencimiento o exceso de preparación.
