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Cómo seguir entrenando durante las Fiestas sin dejar de disfrutar

Con pequeños ajustes en la rutina diaria, es posible mantenerse activo sin resignar los encuentros familiares.

Hoy 10:48

La llegada de la Navidad para muchas personas conlleva viajes y desplazamiento a otras localidades para celebrar con familiares o amigos que viven en lugares más o menos lejanos. Para otras, que se quedan en sus ciudades, se generan cambios en la rutina habitual por vacaciones o culminación de las clases. Además, en esta época se intensifica la vida social, con almuerzos y cenas frecuentemente fuera de casa.

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Estas situaciones hacen que algunas personas encuentren dificultades para mantener también sus hábitos de ejercicio físico, según indica Noelia Belando, doctora en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, profesora titular e investigadora en la Universidad Europea de Madrid, quien añade que puede ocurrir que el lugar donde acudimos a ejercitarnos se encuentre colmado de gente o cerrado por vacaciones.

De todas maneras, hay una forma de que las personas que poseen una buena adherencia a la práctica físico-deportiva mantengan su nivel de actividad física durante las fiestas navideñas y una buena idea es introducir algún tipo de actividad que puede ser distinta a la habitual, pero que proporciona, incluso, un beneficio extra.

La especialista destaca la conveniencia de aprovechar estos días con más tiempo libre y menos obligaciones laborales y de estudios para salir más a la naturaleza y realizar ejercicio físico al aire libre, aprovechando al máximo las horas de luz para “darnos un baño de vitamina D” que contribuye en el equilibrio anímico y en la salud de los huesos, entre otros beneficios.

“Cuando quedamos con un familiar o un amigo al que no vemos habitualmente y lo hacemos en una zona que no es el lugar de residencia habitual para alguno de ellos, puede ser muy positivo, por ejemplo, organizar una salida de senderismo o montaña, ya que es una forma de socializar, ver paisajes nuevos y a la vez realizar una actividad muy beneficiosa para nuestro organismo”, señala.

Además, Belando precisa que, cuando se practica ejercicio físico en la naturaleza la percepción de tolerancia al esfuerzo puede ser mayor, es decir, sentimos que podemos con mayor intensidad de ejercicio, que nos cansamos, y que el esfuerzo es recompensado por la belleza del lugar, por el hecho de respirar un aire más limpio que en la ciudad y porque realizamos la actividad en buena compañía. Incluso, estas acciones son idóneas para iniciarse en la práctica de ejercicio físico para quienes no tienen el hábito adquirido.

Participar en reuniones con amigos y familiares es positivo dado que somos seres sociales que necesitamos el contacto entre nosotros, por lo que renunciar a este tipo de encuentros no tiene por qué ser una opción. “Lo que sí es cierto es que en estas fechas parece que todo se focaliza en torno a la comida y es importante no olvidar el resto de aspectos de nuestra vida”, añade.

Una de las claves es incorporar la práctica deportiva en la programación de cómo vivir y disfrutar de estos días navideños de una forma integrada, no únicamente como medida compensatoria por los excesos de las cenas y comidas, ya que esto podría llevarnos a una relación poco saludable y adaptativa con el ejercicio. “No se trata de castigarnos porque pensamos que hemos cometido una sobreingesta sino de disfrutar cuidando de nuestra salud mental, física y psicosocial”, precisó Belando.

La evidencia científica indica que, tratar de seguir manteniendo horarios regulares para despertar y levantarse, la realización de comidas y práctica de ejercicio físico es positivo. “Quizá no podamos entrenar todos los días, pero sí tratar de hacerlo al menos dos o tres veces por semana”, dijo la experta.

Asimismo, indicó que no se trata de elegir entre todo o nada, siempre hay alternativas como establecer tres días de entrenamiento concurrente en la misma sesión o en el mismo día en el que combinemos ejercicios de entrenamiento de la fuerza y ejercicios de esfuerzo aeróbico-anaeróbico, a diferentes intensidades y variando la duración, por ejemplo: salir 30 minutos a correr, realizar 45 o 60 minutos de caminata rápida, salir en bicicleta, caminar por zonas con pendientes o ir la montaña.

Belando recomienda además socializar a la vez que se practica ejercicio físico, bien corriendo, practicando senderismo, con un paseo en bicicleta o disputando un partido de pádel. “Se trata de buscar esa actividad que nos permite estar con los amigos o con la familia y con la que podemos disfrutar a la vez que cuidamos nuestro bienestar físico y mental”, expresó.