Un sicario conocido como "el Paraguayo" le cortó el cuello a Enzo Pereyra en Monte Quemado por orden de su tío, Andrés "Chiva" Silva quien habría ordenado el crimen por el robo de un kilo de cocaína.
La reconstrucción judicial determinó que el violento ataque sufrido por Enzo Pereyra el pasado 14 de diciembre en Monte Quemado respondió a un conflicto vinculado al narcotráfico. El hecho ocurrió en la vía pública, frente a una peluquería ubicada sobre calle Víctor Chequer, en el barrio Triángulo.
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El autor material del ataque fue identificado como Pedro Acuña, alias “El Paraguayo”, mientras que el instigador fue señalado como Andrés Iván Silva, conocido como “Chiva”, tío político de la víctima. El móvil fue la desaparición de casi un kilo de cocaína, cuya sustracción Silva atribuyó a Pereyra.
De acuerdo con la causa, Pereyra había recibido amenazas reiteradas en los días previos al ataque, tanto de forma directa como a través de mensajes enviados por terceros. Testigos indicaron que el joven manifestó temor por su integridad física y reconoció un conflicto previo con Silva por la presunta pérdida de la droga.
La noche del ataque, Pereyra fue abordado por detrás y sufrió una grave herida cortante en el cuello. Vecinos lo auxiliaron y lo trasladaron de urgencia al Hospital Zonal de Monte Quemado, desde donde fue derivado al Hospital Regional de la ciudad capital, donde permanece internado con pronóstico reservado.
El fiscal interviniente dispuso la detención de Acuña y Silva, quienes fueron imputados como autor e instigador del delito de homicidio agravado en grado de tentativa. Durante la indagatoria, ambos optaron por guardar silencio.
La causa cuenta con una veintena de testimonios incorporados y avanza con pericias sobre teléfonos celulares, que permitirán reconstruir las amenazas previas y las horas anteriores al ataque. En paralelo, la investigación expuso la existencia de una estructura local de comercialización de drogas, con reparto en motocicletas y puntos de venta nocturnos.
En este contexto, se registraron movilizaciones vecinales en reclamo de seguridad, mientras continúa la presión judicial y policial sobre el entorno narco de la ciudad.