Entre enero y noviembre arribaron a territorio brasileño alrededor de nueve millones de personas, un salto interanual del 34%.
Brasil vive un momento de euforia turística y buena parte del festejo se explica por los argentinos. El flujo de viajeros desde la Argentina creció con fuerza durante 2024 y se consolidó en 2025, al punto de empujar al país vecino a un récord histórico de visitantes extranjeros.
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
Entre enero y noviembre arribaron a territorio brasileño alrededor de nueve millones de personas, un salto interanual del 34%, que supera todas las marcas previas y adelanta objetivos oficiales que estaban previstos para dentro de dos años.
El dato más contundente es el protagonismo argentino. Con 3,1 millones de turistas, los viajeros provenientes de la Argentina explicaron cerca de un tercio del total de llegadas y registraron un crecimiento del 82% respecto del año anterior.
Es, por amplio margen, el mercado emisor más importante para Brasil y el que más se expandió en términos relativos. La ecuación es conocida: precios más competitivos, costos de alojamiento y gastronomía convenientes y una oferta turística variada que va desde playas hasta grandes ciudades.
Detrás de la Argentina se ubicó Chile, con algo más de 720.000 ingresos y un avance del 24%, seguido por Estados Unidos, que quedó relegado al tercer puesto con casi 678.000 visitantes y una suba mucho más moderada, inferior al 6%. Uruguay ocupó el cuarto lugar, con cerca de 488.000 turistas y un crecimiento del 37%, mientras que Paraguay cerró el top cinco con más de 454.000 llegadas, un 14% más que en el mismo período del año pasado.
El impacto de esta avalancha de viajeros permitió que Brasil alcanzara ya en 2025 la meta de 8,1 millones de turistas internacionales que el gobierno de Lula da Silva se había propuesto para 2027.
En el plano de los ingresos, el aporte también fue significativo. Durante los primeros once meses del año, el turismo internacional dejó en la economía brasileña US$7170 millones, lo que implicó una suba del 8,5% interanual.
Según cifras oficiales del gobierno brasileño, la mejora del sector turístico contribuyó además a la creación de empleo formal: se estiman 1,5 millones de incorporaciones, con un saldo neto positivo de 90.000 nuevos puestos de trabajo vinculados directa o indirectamente a la actividad.
El contraste con la situación argentina es marcado. Mientras Brasil celebra, en la Argentina el turismo es motivo de debate y polémica. Las estadísticas oficiales muestran una caída del 22% en la llegada de visitantes extranjeros durante el año. La discusión se profundizó a partir del cruce entre el INDEC y la Secretaría de Turismo, que cuestiona la forma en que se mide el ingreso de turistas y, especialmente, el gasto de divisas durante su estadía.