La FIA elevará fuerte los depósitos para presentar protestas, apelaciones o revisiones técnicas. El objetivo es reducir reclamos sin sustento y acelerar la confirmación de resultados.
La Fórmula 1 tendrá un cambio reglamentario polémico a partir de 2026: la FIA aprobó una fuerte suba en los depósitos económicos obligatorios para que los equipos puedan presentar protestas, revisiones técnicas o apelaciones tras las carreras. La medida fue aprobada por el Consejo Mundial del Deporte Motor en diciembre y busca desalentar reclamos especulativos y acortar los procesos post-carrera.
El nuevo esquema fija en 20.000 euros el monto mínimo para solicitar una revisión, y establece cifras aún más altas para iniciar investigaciones técnicas profundas o apelar sanciones deportivas. Además, ese gasto se descontará del límite presupuestario anual de cada escudería, lo que obliga a los equipos a evaluar con mayor cuidado cada reclamo antes de presentarlo.
La decisión responde al malestar generado durante la temporada 2025 por las demoras en la confirmación de resultados, con especial foco en las protestas fallidas de Red Bull contra George Russell en Miami y Canadá, que terminaron siendo desestimadas por la FIA y expusieron el uso reiterado de mecanismos formales sin pruebas concluyentes.
La propia FIA busca ahora filtrar los reclamos más especulativos. “Un depósito de 2.000 euros para equipos que ganan millones no es ni remotamente suficiente. Si fuera una suma de seis cifras, seguro lo pensarían dos veces”, afirmó George Russell, quien se mostró a favor del endurecimiento.
La reforma fue impulsada tras una reunión clave en julio entre Stefano Domenicali y Nicolas Tombazis, y también incluye ajustes en los procedimientos de apelación, que exigirán una inversión inicial mayor. Las revisiones técnicas a autos rivales también serán más caras, aunque la FIA podrá reembolsar el dinero si la queja prospera.
Todo esto ocurre mientras crece la polémica por la supuesta ventaja de potencia en los nuevos motores Mercedes, que ya genera sospechas antes del arranque de 2026. Los equipos reabrirán sus fábricas el 2 de enero, tras uno de los recesos más breves de la historia, con test privados previstos entre el 26 y 30 de enero en Barcelona.