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Líder religioso detenido por el secuestro y abuso de una joven

Se trata de Jorge Antonio Torres, un testigo de Jehová de Tapalqué, Buenos Aires, y dueño de una fábrica de chacinados. Fue denunciado por una joven de 18 años.

01/09/2013

Según el testimonio de la chica, desde diciembre de 2011 hasta el pasado mes de julio el hombre la mantuvo cautiva en una casa.

Años antes, el hombre la había convirtió a la religión de él, donde es considerado un líder, según consigna Diario El Tiempo.

Durante ese tiempo, abusó por primera vez de ella cuando tenía 14 años. Después, durante los casi dos años en que la mantuvo encerrada, la redujo a la servidumbre y la aisló de sus familiares y demás vínculos sociales.

En ese tiempo, la chica sufrió gravísimas agresiones psicológicas y físicas. Y las experiencias sexuales a las que Torres la sometió hicieron que fuera abusada por personas que, al azar, él elegía cada vez que ambos viajaban a Azul. Además, la joven fue obligada a desarrollar prácticas de zoofilia.

Al hombre lo detuvieron el pasado 2 de agosto.

Por los varios y graves delitos que le imputa, el fiscal azuleño que interviene en el caso pidió que ahora le dicten la prisión preventiva.

Así, según contaron testigos en la causa penal que se está instruyendo, la chica era vista junto a la por entonces esposa de Torres y a otras mujeres ir de domicilio en domicilio.

La chica conoció al hombre cuando ella tenía doce años. Por aquel entonces, era para ella una situación difícil la que había en su hogar.

Esa situación estaba marcada por lo que sería después el divorcio de sus padres. En esa transición, la por entonces menor fue cada vez más afianzando su vínculo con Torres y su por entonces familia.

Tiempo después, cuando el hombre se separó luego de que su mujer se escapara llevándose a la hija que ambos tienen, quien comenzó a vivir con él en la misma casa de la calle Marmisolle de Tapalqué fue la chica, en diciembre del año 2011.

Siempre de acuerdo con lo declarado en sede judicial por la víctima de este aberrante caso, para el año 2008 -cuando ella tenía 14 años y Torres 37- el hombre la inició sexualmente.

Lo hizo una tarde en que la pasó a buscar en la camioneta que por entonces tenía. Para el fiscal que ahora lo acusa, Torres mantuvo esa primera relación sexual con la chica "aprovechándose de su inmadurez sexual, en razón de la mayoría de edad del aquí imputado y su preexistente relación de preeminencia respecto de la nombrada, en virtud de ser éste el anciano de la congregación -ministro de culto-, es decir, el líder de la religión local de Testigos de Jehová" que también la adolescente ya profesaba.

El pedido de prisión preventiva para Torres, que en ocasión de ser indagado en sede judicial en Azul una vez que resultara detenido se negó a declarar, incluye la presunta comisión de tres hechos.

"Mi vida se transformó en un infierno", declaró la joven en sede judicial sobre lo que fueron todos los sometimientos sexuales que padeció por el accionar del hombre que la había captado y la mantuvo cautiva durante estos años.

En una segunda ocasión, en cercanías al Balneario, mientras Torres la esperaba en el auto, la chica tuvo que bajarse y ofrecerle sexo a dos chicos que en ese entonces estaban en el paseo público. Era un sábado a la noche, y una vez que esos jóvenes subieron al auto, junto con Torres todos fueron hasta un monte donde, según contó la joven, "los chicos me violaron" en presencia de él, quien además de observar la escena luego la accedió también carnalmente.

No se trataba de sexo a cambio de dinero, ya que -relató la víctima en sede judicial- "no había ningún acuerdo más que subirse al auto y tener sexo conmigo".

En lo que fue la continuación de esas prácticas, siempre cada vez que él la traía en su auto a Azul, en otra ocasión el hombre la llevó hasta un barrio periférico de la ciudad donde fue obligada a tener sexo con un joven que hallaron en ese lugar.

Una semana antes de escaparse, la chica contó que tuvo que soportar una vez más una situación así, cuando -en esa ocasión- Torres la trajo hasta el basural de Azul, donde ella fue abusada por dos "linyeras" que estaban en el lugar.

Y la última vez ocurrió el día antes a que se fugara, cuando en esa ocasión, de regreso en Azul, "me hizo parar a un chico que tendría como 17 años" para también tener sexo con él.

La casa donde Torres vivía fue allanada por orden judicial. En la vivienda, se incautaron elementos que son considerados de vital importancia para la causa penal que se está instruyendo. En ese sumario, el hombre está acusado de los siguientes delitos, en el marco de los tres hechos descriptos por el fiscal Barda al momento de solicitar su prisión preventiva: "Estupro agravado por ser cometido por un ministro de algún culto reconocido o no; reducción a la servidumbre; secuestro coactivo agravado por ser la víctima menor de dieciocho años; abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido contra una menor de dieciocho años con aprovechamiento de la preexistente situación de convivencia -delito continuado- y corrupción agravada por mediar violencia y amenazas y ser cometido por persona conviviente, todos en concurso real ideal entre sí; y desobediencia".