Las hermanas gemelas dicen ser las más antiguas prostitutas de Amsterdam y se han jubilado después de más de 50 años cada una en el comercio sexual.
Louise y Martine Fokkens, de 70 años, están dejando la Zona Roja de Amsterdan después de una carrera combinada de 100 años.
Las hermanas, dicen que son demasiado viejos para vender sexo, después de dormir con unos 355.000 hombres entre las dos.
Louise, es una madre de cuatro hijos, ha dicho que su artritis ahora hace que algunas posiciones sexuales sean "demasiado dolorosas".
Mientras que Martine, madre de tres hijos, admite que le está resultando difícil atraer a nuevos clientes - a excepción de un anciano que todavía viene a su sesión semanal. "Yo no podía dejarlo, ha estado viniendo a mí durante tanto tiempo, que es como ir a la iglesia el domingo" graficó.
La pareja fue el tema de una película documental el año pasado llamado “Meet the Fokkens” y ahora han escrito un libro llamado “Las Damas de Amsterdam”, acerca de sus 100 años combinados de proezas sexuales.
Las dos mujeres - que por lo general se visten con trajes a juego rojo - se convirtieron en prostitutas antes de la edad de 20 años, para sobrevivir financieramente después de escapar de una relación violenta.
Ahora miro hacia atrás en los "años dorados" de la profesión, antes que los Países Bajos legalizaran la prostitución y el comercio sexual fuera invadida por las “mafias de Europa del Este" dijo Louise y agregó: "Es muy diferente ahora. Antes Solíamos sentarnos en las ventanas con la ropa puesta. Hoy están totalmente desnudas. Hay pocas mujeres holandesas y no hay sentido de la comunidad en estos días."
Martine agregó: "La legalización de los burdeles en el 2000 no ha mejorado la vida de las prostitutas. No hay punto de trabajo sólo por el impuesto. Es por eso que las chicas están trabajando a través de Internet y desde casa - que son menos propensos a ser descubierto por el recaudador de impuestos. Es mejor para los proxenetas y los extranjeros, pero no para las chicas holandesas" detalló esta conocedora del oficio.
Martine y Louise dijeron que ahora esperan poder vivir de sus ingresos por los derechos del libro y la película.