"Estoy viviendo este momento increíble", comentó la luchadora santiagueña.
Patricia Bermúdez será, por segundo Juego Olímpico consecutivo, la única representante femenina de Argentina en lucha libre, algo que la enorgullece y le despierta un deseo de "revancha" después del decimoséptimo puesto con el que marchó de Londres 2012. La luchadora santiagueña de 29 años, que participará de la categoría de hasta 48 kilos, consiguió la plaza olímpica al clasificarse para la final del Preolímpico de Frisco, Estados Unidos, en la que cayó 4 a 3 ante la colombiana Carolina Castillo.
"Me siento nerviosa y no veo la hora de que llegue el momento de luchar. Ahora estoy pensando en que llegue el día de la competencia, pero sé que después que termine, cualquiera sea el resultado, voy a pensar quiero luchar un día más. Es todo muy confuso. Me mata la ansiedad”, comentó la santiagueña en una entrevista con la agencia Télam.
Por segunda vez, Bermúdez será la única representante nacional. "Se repite la historia, soy la única. Fui la primera y ahora también soy la segunda (risas). Voy por mi revancha. No sé si es causalidad o casualidad, estoy viviendo este momento increíble. Voy a disfrutar cosas de los Juegos que no hice en Londres. Estoy preparada, pero sé que en el deporte puede pasar cualquier cosa".
En tanto, hizo hincapié en las diferencias de esta preparación respecto a los Juegos Olímpicos del 2012. "Londres tenía apenas dos años de lucha. Tenía poco roce internacional y era muy novata. Fue todo muy de golpe. Cuando pienso que algunos entrenaron tantos años y nunca fueron, y yo con poco tiempo clasifiqué, me doy cuenta que fue un logro inmenso".
"Ahora tengo más experiencia. Este ciclo olímpico me lo tome con más responsabilidad y fui más profesional. Mejoré muchos aspectos de la preparación física, lo que hizo que no me lesione tanto, la alimentación y el descanso, cosas fundamentales. Antes hacia las cosas porque alguien me lo decía, ahora lo hago sin que nadie me lo diga y porque sé que es lo mejor para mí", agregó.
Por último, la santiagueña comentó: "Siempre fui muy competitiva conmigo misma. No me gusta perder ni a la bolita (risas). Me enojo mucho si no logro lo que me propongo y no doy el brazo a torcer hasta conseguirlo".