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Somos Deporte

La Copa Libertadores de los escándalos

Esta edición estuvo plagada de momentos bochornosos. Repasalos a todos.

26/11/2018

La Copa Libertadores 2018 parecía ser la mejor de toda la historia. Por primera vez la disputaban tantos campeones, sin embargo, a medida que iban pasando los partidos se fueron sumando varios episodios bochornosos. La Conmebol fue el gran responsable de que todo salga mal, aunque los clubes e hinchas aportaron lo suyo. A continuación, un repaso de los escándalos de este año.

El caso Carlos Sánchez

Carlos Sánchez jugó el partido de ida de octavos de final entre Independiente y Santos que terminó en empate 0-0. Sin embargo, el Rojo reclamó que el jugador debía una fecha por una sanción del 2015 y la Conmebol le dio el partido por ganado. A pesar de haber aplicado correctamente el reglamento, había sido la misma confederación la que a través del sistema COMET indicaba que el uruguayo estaba habilitado. Finalmente, Sánchez jugó en el 0-0 del partido de vuelta pero los que pasaron fueron los argentinos.


Zuculini y Ábila jugaron suspendidos

Luego de que Independiente obtenga como ganado su partido, salieron otros dos casos a la luz que empañaron aún más el torneo. Bruno Zuculini que había entrado en el entretiempo del partido de Racing vs River, tampoco estaba habilitado. Lo curioso es que ya había jugado otros partidos del torneo.

Lo mismo pasó con Wanchope Ábila, uno de los goleadores de la copa. El sistema de la Conmebol indicaba que podían jugar aun cuando tenían que cumplir con su castigo. Ni River ni Boca fueron sancionados porque sus rivales no reclamaron a término.


Dedé fue expulsado en dos partidos consecutivos

El defensor de Cruzeiro Dedé protagonizó un hecho inédito. Jugó a 10.000 revoluciones el partido de ida contra Boca y en un córner impactó con la cabeza a Esteban Andrada en una jugada muy peligrosa. Luego de fracturar al arquero, fue expulsado con la intervención del VAR. Sin embargo, su equipo protestó alegando que fue mal sancionado y de forma inédita, Conmebol le dio la razón. En el partido de vuelta fue titular y nuevamente vio la tarjeta roja.

Gallardo y su resistencia al reglamento

Marcelo Gallardo fue sancionado con un partido sin poder estar en el banco de suplentes por haber incumplido la puntualidad de su equipo luego del entretiempo del juego contra Gremio por la ida de la semifinal. En la revancha fue obligado a ver el partido desde la tribuna sin poder ingresar al vestuario pero no cumplió con esa parte del castigo. Esto derivó en una nueva sanción y su ausencia en la final.


La desorganización total

La Conmebol fue la protagonista de otro papelón. Una vez conocidos los dos equipos que iban a disputar la final, decidieron cambiar las fechas que estaban estipuladas desde un año antes. Si bien la excusa que se utilizó fue que era imposible jugar la vuelta el 28 de noviembre por pedido de la seguridad, el cambio se realizó para que se dispute en fin de semana y así captar mayor audiencia. Esto provocó que se suspendan varios partidos de la Superliga y que el campeonato argentino sume varios asteriscos. El daño fue mayor debido a las postergaciones por lluvia y los incidentes del sábado.

La bochornosa final, la frutilla del postre

Cuando llegó el último partido del campeonato donde se enfrentaban los máximos rivales del continente y todo el mundo tenía los ojos posados en Sudamérica, la barbarie se apoderó de todas las miradas. Los jugadores de Boca fueron agredidos al llegar al estadio Monumental sin poder disputar el encuentro.


La organización, en un intento de evitar el escándalo presionó a los jugadores lastimados a disputar el partido. Finalmente se decidió por la postergación para el día siguiente, aunque lo único que generaron fue que los hinchas vayan nuevamente a ver cómo se suspendía un partido el cual aún no se sabe cuándo se jugará.

Fuente: Marca