El Presidente adelantó que le darán impulso a una ley para combatir a los barras. Cuestionó a la Justicia por haber liberado en tiempo récord a los involucrados en los incidentes.
Mauricio Macri calificó hoy como un "día triste y frustrante" la suspensión de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca por los incidentes del sábado pasado.
El Presidente dijo que el episodio de violencia "no contribuyó en nada al esfuerzo que estamos haciendo" para "ayudar a poner a la Argentina en otro lugar" del escenario mundial. Y anticipó que enviará un proyecto al Congreso para combatir a los barrabravas.
Remarcó que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta , es "responsable" de la seguridad en la Capital, pero advirtió: "No puedo resignarme como Presidente que para organizar un espectáculo deportivo haya que militarizar la zona".
"El jefe de Gobierno, como responsable, está estudiando y viendo cómo perfeccionar [el operativo] para el día que se organice el partido", indicó.
Macri apuntó además contra los dirigentes que criticaron a través de las redes sociales el operativo de seguridad, que estuvo a cargo de la Policía de la Ciudad, antes de condenar a "los violentos". "Hay una parte de la dirigencia que apaña la violencia", lanzó el mandatario.
El oficialismo planea incluir en las sesiones extraordinarias del Congreso un proyecto de ley que endurece las penas para barrabravas. Es un proyecto presentado hace dos años al que buscarán darle un nuevo impulso.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, negó hoy que haya habido "una zona liberada" o una "interna policial" en el marco del ataque al colectivo de que conducía a los jugadores de Boca al estadio Monumental.
"No hubo ninguna interna policial, no hubo zona liberada, solo hubo violentos", afirmó la ministra Bullrich en declaraciones formuladas en la Casa de Gobierno.
Fuente: La Nación