La jueza Marina Alejandra Antúnez tomó la decisión luego de comprobar la "cesación de pago" de la empresa y de que tuviera una deuda mayor a 300 salarios mínimos.
También tiene más de 20 deudores quirográficos, es decir, que no tienen garantía real de pago.
Romero es el mismo empresario que en su momento le compró a los hermanos Claudio y Mario Cirigliano la operación de las líneas 133 y 140 del Grupo Plaza y tiene un fuerte poderío en el interior del país: maneja los servicios urbanos en Córdoba, Corrientes, Resistencia, Santa Fe y Paraná. Como se recordará, semanas atrás abandonó el servicio que brindaba en la Capital de Santiago del Estero.
En la ciudad y provincia de Buenos Aires tiene el manejo de la línea 19 y comparte la operación de las líneas 9, 25, 84, 271, 299, 373, 384, 505 y 570.
En Córdoba, el intendente Ramón Mestre fue acusado de realizar negocios con Romero y Ersa. Sucede que, cuando asumió, le sacó al Estado once líneas de colectivos sin licitación, concurso o garantías y se las dio a Romero.
Luego, para darle un marco de legalidad, le dio un cuarto de los corredores viales. El problema con esto fue que introdujo a otra empresa, Grupo Autobuses Santa Fe, que actuaba con pantalla para simular ser la competencia. Pero era propiedad de Ersa.
En 2017, Mestre cierra la empresa Autobuses y le da las líneas que manejaba a Ersa, que comenzó con once líneas y hoy tiene 42, manejando los dos tercios del servicio. Sumado a esto, la compañía de Romero se encuentra el concurso de acreedores, pese a que recibe millones en subsidios (60 en los dos últimos años).
Fuente: Infobae.