Crimen de Luis Espinoza: pericias confirman que un policía lo asesinó de un tiro en la espalda
La investigación confirmó que se utilizó una pistola de la fuerza policial tucumana y también el dueño de la misma. Hay 9 policías involucrados en el crimen.
La justicia tucumana tendría prácticamente resuelto el crimen de Luis Espinoza, el trabajador rural que había desaparecido el viernes 15 y cuyo cadáver fue encontrado en una bolsa y lanzado a un precipicio en la zona de Alpachiri, en el límite interprovincial entre Tucumán y Catamarca.
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Según publica La Gaceta, el autor del crimen sería el oficial de la policía de Tucumán, José Morales, de acuerdo a declaraciones de fuentes extrajudiciales. Por el hecho también se encuentran procesados el subcomisario Rubén Montenegro y el equipo que formó para esta ocasión, integrado también por los sargentos René Ardiles y Víctor Salinas; los cabos Claudio Zelaya y Miriam González; el agente Esteban Rojas González, el vigía ciudadano de la comuna, Sergio Santillán, además de otro civil que sería hermano de uno de los efectivos.
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El arma homicida
Las pericias también determinaron que Espinoza murió de un disparo de una pistola Jericho, que habían sido adquiridas por el Gobierno tucumano por 8 millones de dólares en 2018 en una renovación de armas de la fuerza.
Pistola Jericho
De acuerdo a las pericias realizadas en el Laboratorio de Criminalística del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), de una de esas pistolas provino la bala que acabó con la vida del trabajador rural Luis Armando Espinoza (31 años, padre de seis hijos).
La pistola Jericho es de fabricación israelí y es ampliamente utilizada por las fuerzas de seguridad de varios países, como Perú, Colombia, Chile y comandos tácticos de Corea del Sur.