Diego Carabajal, radicado en Alemania, organizó una campaña solidaria junto a sus amigos para llevar donaciones y buscar refugiados desde la frontera con Eslovaquia.
Nacido y criado en el barrio Misky Mayu, en la ciudad de La Banda, Diego Carabajal, quien hace más de 10 años dejó su casa para vivir en Alemania, hoy forma parte de los grupos de ayuda humanitaria a los refugiados de Ucrania, en medio de la guerra con Rusia.
Todo comenzó el pasado lunes, cuando Diego junto a dos amigos decidieron organizar una campaña solidaria para juntar donaciones para llevar hacia la frontera con Eslovaquia, pero situaciones como estas movilizan el mundo, y lo que en principio se pensó como una pequeña ayuda terminó convirtiéndose en una logística de más de 10 personas.
Matthias, Simon, Andy, Pascal, Mandy, Indira, Elif, Hannes, Rolf, Joey, Andy, Ohla y Diego.
En un par de días se sumaron muchas más personas, entre ellas ucranianos intérpretes, y lograron juntar más dinero del que imaginaban, con el que alcanzó para alquilar seis combis para llevar las donaciones; y además trasladar refugiados hacia Alemania.
“En un principio no dimensionaba, pero es una situación que moviliza a todos, mucha gente nos está ayudando”, decía Diego en diálogo con Noticiero 7 el pasado viernes, un día antes de salir.
Diego Carabajal en Noticiero 7
Finalmente, y luego de coordinar el viaje y las acciones con voluntarios y organizaciones sociales en la frontera, el sábado por la mañana emprendieron el viaje. Llegaron al lugar el domingo, y el panorama fue impactante, incluso mucho antes de llegar.
“Sin la ayuda de un amigo ucraniano y su esposa, que son los que tienen contactos en la frontera, hacer esto hubiese sido imposible, ellos nos iban dando las indicaciones, porque no es fácil llegar a la frontera”, relata Diego a Diario Panorama.
LA ODISEA DE LLEGAR A LA FRONTERA
Luego de cruzar de país, descansaron en un hotel y a las 8 de la mañana comenzaron a trabajar. El relato de Diego estremece y ayuda a tomar consciencia de la dura situación de las familias que llegan hasta allí:
Las reuniones con el amigo de Ucrania, que les daba las indicaciones para llegar a la frontera
“Gracias a Dima y su esposa, nuestros amigos ucranianos que trabajan con organizaciones de ayuda, nos preparamos para lo que íbamos a ver”, comienza su relato. “Colectivos y combis llenos, muchísimas familias llegando con lo puesto, mujeres y niños cansados de tanto caminar con -10º, sabiendo que sus padres no pueden salir del país..., en serio es emocionalmente duro”.
Llegando a la frontera Eslovaquia - captura de video
El trabajo de dejar las donaciones en un galpón y luego buscar a los refugiados les llevó 12 horas sin descanso. “Nos cruzamos con controles militares, bomberos, con gente de la Cruz Roja, y el idioma fue importante, por suerte una chica era intérprete y nos ayudaba”, continúa.
Parte de la donación que llevaron
DE REGRESO A ALEMANIA
Llegaron a las 9 am a Alemania (5 am Argentina), luego de un largo viaje cargado de emociones, y se dirigieron a los centros de asistencia en Augsburgo para dejar a las 43 personas que llevaron: “El gobierno se está encargando de trasladarlos a lugares más cómodos donde puedan descansar y brindarles la asistencia psicológica que necesitan”, agrega.
“Fueron muchas horas de viaje y es imposible no encariñarte con las familias, con los niños; cuando nos íbamos del centro de asistencia, las personas nos abrazaban y es imposible no emocionarse; llegar a casa para nosotros fue ver a nuestras familias y descargar todos los nervios y los miedos; ahora tenemos ese sentimiento de querer volver y seguir ayudando”, expresa Diego con la voz entrecortada.
El dibujo que les hizo un nene, hijo de su amigo de Ucrania, para “la suerte”. “Los niños tienen una sensiblidad que nosotros no tenemos. Ver el punto con sangre en medio del dibujo, hecho por un nene, nos pega fuerte, pero el gesto de hacernos el regalo es un detalle que nos da fuerza” - Diego
El grupo de Diego y sus amigos es uno de los tantos ofreciendo ayuda en su país y alrededores. Además, muchas personas continúan enviando donaciones, por lo que están organizando el próxima viaje, esta vez en colectivo, para poder traer más familias: "No es tan fácil organizarnos porque todos tenemos nuestros trabajos y hay que programar toda la logística de nuevo, pero lo vamos a volver a hacer", finalizó.