La patología abarca a un grupo de dolencias que se presentan como resultado de una acumulación excesiva de grasa en el hígado, en personas que consumen poco o nada de alcohol.
“El hígado graso no alcohólico es una de las pocas enfermedades, o quizás la única enfermedad, que se define por lo que no es, no es un trastorno sólo de los alcohólicos”, aseguró el doctor Alberto Cormillot. En ese sentido, y en el marco del Día Mundial del Hígado Graso, destacó que esta patología “afecta al 30% de los argentinos, aproximadamente, y aparece cuando una persona tiene sobrepeso, es sedentaria y tiene un alto consumo de grasas y azúcares”. Es decir, que tiene lugar cuando, “poco a poco se produce una infiltración de grasa en el hígado”.
Según la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH), “durante las últimas décadas, la enfermedad por hígado graso no alcohólico (EHGNA) se ha convertido en una de las enfermedades crónicas más comunes, la cual tiene una asociación estrecha y bidireccional con los componentes del síndrome metabólico”.
¿Qué provoca el hígado graso?
El origen del hígado graso se debe a varias causas asociadas. Desde la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE) explicaron que “la EHGNA tiende a desarrollarse en personas con sobrepeso u obesidad o en aquellas que tienen diabetes, colesterol o triglicéridos elevados”.
Siendo que esta condición “puede causar inflamación hepática”, conocida como esteatohepatitis. Incluso, remarcaron que “esta inflamación hepática puede ocasionar cirrosis en el largo plazo (décadas) y, más aún, llevar al desarrollo de cáncer de hígado o insuficiencia hepática”.
Lo cierto es que por definición del Colegio Americano de Gastroenterología (ACG por su sigla en inglés), “la enfermedad por hígado graso no alcohólico (EHGNA) abarca a un grupo de afecciones en las que se presenta acumulación excesiva de grasa dentro del hígado en personas que consumen poco o nada de alcohol”.
Y, a pesar de que tener grasa en el hígado no sea lo normal, su presencia en sí misma posiblemente no dañe al hígado, según los especialistas. “Entre la gente con enfermedad por hígado graso no alcohólico, un grupo pequeño podría presentar una afección más grave, llamada esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) —agregaron los expertos estadounidenses—. En la esteatohepatitis no alcohólica, la acumulación de grasa se relaciona con una inflamación de las células hepáticas y diferentes grados de fibrosis”.
Asimismo, los expertos de la entidad señalaron que “la enfermedad por hígado graso asociada con disfunción metabólica es una preocupación específica de la región donde su prevalencia es una de las más altas a nivel mundial, sólo superada por Oriente Medio”.
La importancia de cuidar la salud hígado
El hígado participa activamente del metabolismo de los azúcares, proteínas y grasas. Cuando se habla de hígado graso, se refiere al aumento del contenido normal de grasa que tiene el hígado, que es de alrededor del 5%. Esta patología se puede detectar a través de una ecografía u otro estudio por imágenes, y puede prevenirse manteniendo una dieta sana y con actividad física.