Juan Román Riquelme se quedó en el país para cerrar al futbolista de la Roma, que está afectado a la Selección Argentina.
Juan Román Riquelme no viajó con el plantel a Estados Unidos para el Mundial de Clubes. El motivo es claro: se quedó en Argentina para cerrar el gran sueño de los hinchas de Boca en este mercado de pases: el regreso de Leandro Paredes, campeón del mundo con la Selección y actualmente en la Roma.
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El mediocampista se encuentra en Buenos Aires convocado por Lionel Scaloni para el partido de esta noche ante Colombia, por las Eliminatorias Sudamericanas. Y su estadía en el país reavivó las esperanzas xeneizes, luego de que el pase casi se concretara en enero, pero se frustrara por diferencias económicas entre el jugador y el club.
En marzo, Paredes renovó con la Roma, pero incluyó una cláusula de salida exclusiva para Boca, fijada en 3,5 millones de euros. Un gesto que dejó en claro su deseo de volver y que el Consejo de Fútbol interpretó como una nueva oportunidad para negociar, esta vez con mayor decisión.
A diferencia del intento anterior, fue el propio Riquelme quien llamó directamente al jugador hace diez días, según reveló el periodista Gastón Edul. Desde el entorno de Paredes reconocen el contacto y un claro mensaje del mediocampista: "Román, que la próxima vez que me llamen, sea para firmar."
En Boca aseguran que la propuesta económica ya fue mejorada y que la oferta formal está en preparación, pero aún no llegó a manos del jugador, algo que mantiene en vilo a los fanáticos. El tiempo apremia: el club debe presentar ante FIFA la lista de 35 jugadores antes de la medianoche del miércoles, y la expectativa pasa por si Paredes será incluido.
Desde Roma no ponen trabas al traspaso: el monto acordado no es un obstáculo. El punto crítico es el acuerdo contractual entre Boca y el jugador, que todavía no está cerrado. Si bien Paredes tiene previsto regresar a Italia, una reunión tras el partido de la Selección no está descartada.
A horas del límite para la lista de buena fe para el Mundial de Clubes, todo Boca está en vilo. Paredes, surgido de la cantera xeneize y símbolo del nuevo ciclo de la Selección, podría volver a ponerse la camiseta azul y oro.