Hoy, el fútbol santiagueño lo despide con dolor, pero también con orgullo. Porque el esfuerzo y amor por la camiseta seguirá vivo en cada rincón donde alguna vez la pelota rodó bajo su mirada intensa y su garra infinita.
Luis Américo “Loco” Valoy fue mucho más que un mediocampista. Fue un símbolo del fútbol de Santiago del Estero, un referente indiscutido de La Banda y una figura respetada en clubes de todo el país. Nacido el 1 de enero de 1958 en su ciudad natal, Valoy dejó una huella imborrable a lo largo de más de una década y media como futbolista profesional. Falleció este 6 de julio de 2025, a los 67 años, en Santiago del Estero, dejando una estela de recuerdos imborrables.
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Su historia comenzó en el Club Atlético Sarmiento de La Banda, donde debutó en 1974. Desde allí, su talento lo catapultó rápidamente a los primeros planos del fútbol regional.
Entre 1978 y 1981, defendió los colores de Atlético Tucumán, donde fue protagonista de una etapa dorada. Jugó 42 partidos y fue tricampeón del Torneo Regional del NOA (1978, 1979 y 1981). Además, integró el plantel que logró un histórico tercer puesto en el Torneo Nacional 1979, uno de los mejores desempeños del club tucumano en Primera División.
Su desempeño lo llevó a uno de los grandes del país: en la temporada 1982/1983 fichó por Racing Club de Avellaneda, con quien disputó 23 encuentros en la máxima categoría.
En 1983, volvió a su provincia para jugar en Central Córdoba de Santiago del Estero, donde vivió una de las etapas más exitosas de su carrera. Con el Ferroviario fue campeón del Torneo Apertura y del Torneo Clasificación 1983, y repitió los títulos en el Apertura y Clausura 1984 de la Liga Santiagueña de Fútbol. En su segundo ciclo, entre 1990 y 1992, jugó 55 partidos y se consolidó como un referente absoluto del club.
Su carrera también tuvo un recorrido extenso por el ascenso del fútbol argentino. Entre 1984 y 1986, jugó 76 partidos y convirtió 1 gol en Deportivo Morón. Luego tuvo pasos por Chacarita Juniors (1986/1987, con 13 partidos), Deportivo Laferrere (1987/1988), All Boys (1988/1989) y Argentino de Quilmes (1989/1990).
Apodado el “Loco” por su carácter apasionado y su entrega en cada cancha, Valoy supo ganarse el respeto y el cariño de compañeros, rivales y fanáticos. Fue un futbolista completo y de fuerte personalidad, que nunca perdió el vínculo con su provincia y su gente.
Hoy, el fútbol santiagueño lo despide con dolor, pero también con orgullo. Porque el legado de Luis Américo Valoy, hecho de títulos, esfuerzo y amor por la camiseta, seguirá vivo en cada rincón donde alguna vez la pelota rodó bajo su mirada intensa y su garra infinita.