Un 27 de julio de 2014, Marcelo Gallardo dirigió por primera vez a River Plate y, sin saberlo, comenzó a escribir la página más gloriosa de la historia del club. Ese debut, en un modesto 0-0 ante Ferro por los 16avos de final de la Copa Argentina en Salta, terminó con triunfo por penales (6-5), pero lo verdaderamente importante fue que ese día nació una leyenda.
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Tras un breve pero exitoso paso por Nacional de Uruguay, el Muñeco regresó al club de sus amores con el objetivo de devolverlo a lo más alto. Y no solo lo consiguió: conquistó 14 títulos y se convirtió en el entrenador más ganador de la historia del club, por encima de gigantes como Ramón Díaz y Ángel Labruna.
Un ciclo lleno de gloria
Los logros que cosechó Gallardo en River aún retumban en Núñez:
- Copa Sudamericana 2014
- Recopa Sudamericana 2015, 2016 y 2019
- Copa Libertadores 2015 y 2018
- Copa Suruga Bank 2015
- Copa Argentina 2016, 2017 y 2019
- Supercopa Argentina 2018 y 2021
- Liga Profesional 2021
- Trofeo de Campeones 2021
En su primer encuentro como DT, el equipo formó con:
Marcelo Barovero; Augusto Solari, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Sebastián Driussi, Leonardo Ponzio, Osmar Ferreyra; Manuel Lanzini (único partido que jugó con Gallardo); Federico Andrada y Lucas Boyé. Un once que hoy es parte de una planilla histórica.
Más allá de los títulos: el legado
Gallardo nunca se conformó. Su compromiso y su mentalidad forjaron un modelo de trabajo que trasciende los resultados. Como él mismo afirmó en uno de los momentos más críticos de su gestión: "Mi permanencia se construyó a través de muchísimos años y no depende de uno, dos o más malos resultados... Por más que se empeñen en desestabilizarme, voy a estar hasta el último día de mi contrato."
Ese temple, sumado a su visión futbolística y su obsesión por la mejora continua, lo convirtieron en un símbolo eterno del ADN riverplatense. Su legado vive en cada rincón del club: en las divisiones juveniles, en los métodos de entrenamiento, en la identidad de juego y en los valores que transmitió, incluso en la derrota.
Hoy, a 11 años de aquel debut en Salta, Gallardo continúa al frente del equipo y va por una nueva conquista continental en la Copa Libertadores 2025, impulsado por el eterno cántico del Monumental: “Muñeco, Muñeco”, que ya no solo corea un nombre, sino una era inmortal.