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Opinión y Actualidad

Una semana de tensión: el BCRA defiende la banda con ventas récord mientras bonos y acciones profundizan pérdidas

La última semana que atravesaron los mercados argentinos puede calificarse, sin exageraciones, como una de las más complejas de los últimos meses.

20/09/2025

Por Pedro Chavez Atia (*) para Diario Panorama

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El Central se desprendió de más de US$1.100 millones en pocos días, los bonos globales acumularon bajas de hasta 12% y el Merval retrocedió 9% en dólares en la semana.

La última semana que atravesaron los mercados argentinos puede calificarse, sin exageraciones, como una de las más complejas de los últimos meses. La presión sobre el dólar oficial, el desplome de los bonos soberanos y el retroceso sostenido de la bolsa se combinaron en un cóctel difícil de digerir. Al mismo tiempo, la política local añadió su cuota de incertidumbre con nuevas derrotas legislativas para el Gobierno, y desde Córdoba, el presidente Javier Milei reconoció que mantiene conversaciones con el Tesoro de los Estados Unidos en busca de financiamiento que permita atravesar un 2026 que se vislumbra desafiante. Todo este conjunto de hechos dio forma a una semana de tensión que quedó reflejada en las cotizaciones y en el ánimo general de los inversores.

La deuda soberana en dólares volvió a quedar en el centro de la escena. Si bien en la última rueda se vieron algunos avances puntuales, con subas que apenas llegaron al 0,5% en ciertos papeles, la tendencia general fue negativa. La mayoría de los bonos globales cerró en baja, con descensos que oscilaron entre 0,5% y 2,7%. Entre los más castigados aparecieron el GD30 y el GD29, dos referencias clave dentro de la curva de deuda. Con este movimiento, el precio promedio ponderado por el stock de deuda en circulación registró una caída del 12,3% en la semana y se posicionó en 50,2 dólares. Este número es revelador: implica que, en promedio, el mercado le asigna a la deuda argentina un valor de apenas la mitad de su valor nominal, lo que traduce en cifras concretas la desconfianza creciente.

El jueves fue, sin dudas, la jornada más dura para los bonos globales. Ese día sufrieron una baja del 8%, una caída que arrastró consigo a toda la curva y que disparó los rendimientos a niveles muy elevados, en un rango que fue desde el 17,7% hasta el 26,1%. Estos porcentajes, impensables en países con estabilidad financiera, son la forma en que el mercado exige cada vez más premio para prestar dinero a la Argentina. Como consecuencia inmediata de este derrumbe, el riesgo país saltó y superó los 1.450 puntos básicos, una cifra que aleja todavía más la posibilidad de que el país pueda regresar a los mercados voluntarios de crédito en condiciones razonables.

Un anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sirvió para atenuar, aunque sea parcialmente, el malhumor. En declaraciones públicas, el funcionario anticipó que en breve se darán a conocer medidas destinadas a garantizar el pago de los vencimientos de enero de 2026, e incluso también los de julio de ese mismo año. El viernes temprano, con esas palabras todavía frescas, los bonos lograron repuntar alrededor de un 1%. Pero el alivio fue solo un paréntesis dentro de una semana marcada por las pérdidas: en el balance semanal, los globales acumularon un retroceso promedio del 11%.

El mercado cambiario fue otro de los grandes protagonistas. La presión sobre el techo de la banda cambiaria obligó al Banco Central a intervenir con cifras que no se veían desde hacía tiempo. El viernes se desprendió de 678 millones de dólares, un monto enorme para una sola jornada. Ese movimiento se sumó a los 379 millones que ya había vendido el jueves, llevando el total de intervenciones en apenas dos días a más de 1.000 millones de dólares. En el acumulado semanal, las ventas superaron los 1.100 millones, lo que da la pauta de la magnitud del esfuerzo por sostener el tipo de cambio. Al cierre de las operaciones, el dólar mayorista A3500 quedó en 1.474,5 pesos, mientras que el spot se ubicó en 1.475, ambos en el límite superior del esquema cambiario vigente, fijado en 1.475,3 pesos.

El contraste con el mercado financiero paralelo fue evidente. El dólar contado con liquidación, conocido como CCL Senebi y utilizado fundamentalmente por empresas, saltó un 3,8% en la jornada y cerró en 1.555 pesos. Con este nivel, la brecha respecto del tipo de cambio oficial se amplió a 5,5%. En otras palabras, mientras el Banco Central hacía enormes esfuerzos por mantener la cotización oficial bajo control, el dólar financiero seguía mostrando tensiones y se despegaba cada vez más.

El frente de los futuros de dólar tampoco quedó al margen. El interés abierto alcanzó los 8.590 millones de dólares, el máximo desde al menos 2019. Según estimaciones del mercado, el Banco Central sostiene allí una posición vendida que oscila entre 6.900 y 7.700 millones, lo que muestra el grado de intervención en este segmento. La estrategia oficial busca incentivar a los inversores a posicionarse en contratos a futuro en lugar de demandar dólares en el mercado spot, pero ese camino implica también un riesgo elevado para el balance de la entidad. Como complemento, el propio Banco Central difundió la Comunicación “A” 8332, mediante la cual se ampliaron las restricciones para operar en el mercado cambiario, sumando a directores, gerentes y accionistas relevantes de entidades financieras, junto a sus familiares directos, a la lista de quienes no podrán acceder al dólar oficial.

El mercado de deuda en pesos acompañó la tendencia negativa. Los bonos a tasa fija retrocedieron un 2,5% en promedio, mientras que los ajustados por CER cayeron un 5%. Con estos números, las tasas internas de retorno de los bonos indexados por inflación se ubicaron en torno al 30%, lo que refleja la magnitud de la caída en los precios. Si se analizan las variaciones semanales tomando como referencia el dólar financiero, la foto es todavía más dura: los bonos CER se hundieron entre 2% y 13% según el plazo, los títulos a tasa fija perdieron entre 2% y 10% y los BONTAMs se desplomaron hasta un 12%. La única excepción relativa fueron los bonos dólar linked, que resistieron mejor en medio de la búsqueda de cobertura frente al tipo de cambio oficial.

El índice Merval en dólares tampoco logró escapar a la tendencia. El viernes cerró con una baja del 2% y se ubicó en 1.071 dólares. Con este resultado, la pérdida acumulada de la semana fue del 9,2%. El jueves volvió a ser el peor día, con un desplome del 8,2% que reflejó la magnitud de la aversión al riesgo. Septiembre, hasta ahora, se perfila como un mes para el olvido: desde el cierre de agosto, el Merval ya perdió un 25%, volviendo a valores que no se veían desde agosto del año pasado.

En el panel líder las caídas fueron generalizadas. TGNO4 retrocedió 14,8%, BYMA perdió 11,5% y TRAN cedió un 11%. En Wall Street, los ADRs de compañías argentinas también se tiñeron de rojo: YPF cayó 10,4%, Telecom perdió 9,2% y TGS retrocedió 8,8%. Solo Globant, con un alza del 1,6%, y Mercado Libre, que subió un 1,2%, consiguieron desligarse de la tendencia negativa.

En el plano político, la semana también sumó factores de incertidumbre. El Gobierno nacional sufrió varios reveses en el Congreso, donde se rechazaron vetos presidenciales a leyes relacionadas con el financiamiento universitario, la salud y la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional a las provincias. Estas decisiones fueron interpretadas por el mercado como un debilitamiento de la capacidad política del oficialismo para llevar adelante su programa, lo que sumó presión a la ya complicada situación económica.

Desde Córdoba, el presidente Javier Milei confirmó que mantiene conversaciones con el Tesoro de Estados Unidos. El objetivo de esas gestiones es explorar alternativas de financiamiento que permitan cumplir con los compromisos de deuda del próximo año. Aunque todavía no se conocen detalles concretos, la sola mención de esas charlas fue seguida con atención por los inversores, atentos a cualquier señal que pueda significar un alivio en medio de tanta incertidumbre.

El escenario internacional también tuvo su cuota de relevancia. Durante la semana se produjo el primer contacto en meses entre Donald Trump y Xi Jinping. La conversación giró en torno al futuro de la aplicación TikTok y a la posibilidad de avanzar en una distensión comercial entre Estados Unidos y China. Esta novedad fue bien recibida por los mercados globales. En Wall Street, el Nasdaq avanzó 0,9%, el S&P 500 sumó 0,5% y el Dow Jones ganó 0,3%.

El saldo de la semana es claro: los mercados argentinos vivieron jornadas de fuerte tensión, con el Banco Central forzado a desprenderse de reservas en montos récord, con bonos y acciones que retrocedieron con fuerza y con un clima político que no ayuda a despejar las dudas. El desafío que queda hacia adelante es si el esquema actual podrá sostenerse hasta las elecciones de medio término, con un nivel de reservas en descenso y una confianza en los activos locales que sigue golpeada.

(*) Por Pedro Chavez Atia AP 2057 – Comisión Nacional de Valores (CNV) – República Argentina.

*Aclaración: El objetivo del presente es brindar a su destinatario información general, y no constituye, de ningún modo, oferta, invitación o recomendación para la compra o venta de los valores negociables y/o de los instrumentos financieros mencionados en él.