De la decepción a la gloria: el equipo asiático sorprendió a todos y se metió en la Copa del Mundo 2026 tras dejar postergar a rivales de mayor tradición futbolística.
La selección de Jordania —conocida como los Nashama— protagonizó un hecho histórico: tras nueve intentos fallidos, logró su clasificación por primera vez a una Copa del Mundo y será rival de Argentina.
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El Mundial Estados Unidos-México-Canadá 2026 será su bautismo mundialista, en lo que representa un sueño cumplido para una nación con deseos de dejar huella en el fútbol global.
El camino de Jordania no fue sencillo. Comenzó en la segunda fase de las eliminatorias asiáticas, donde arrancó con un empate ante Tayikistán y una derrota en casa frente a Arabia Saudita. Sin embargo, los Nashama no se rindieron: encadenaron cuatro victorias consecutivas, entre las que destaca un contundente 7-0 a Pakistán, y terminaron liderando el grupo por diferencia de gol, relegando a los sauditas.
En la tercera ronda, ya bajo la conducción del marroquí Jamal Sellami, Jordania mantuvo la ilusión. Con un tridente ofensivo letal —compuesto por Mousa Al-Tamari, Yazan Al Naimat y Ali Alwan—, el equipo sumó 16 puntos y aseguró el pasaje al Mundial tras vencer 3-0 a Omán y aprovechar la caída de Irak ante Corea del Sur. Así logró el segundo puesto del grupo, superando a rivales como Irak, Omán, Palestina y Kuwait.
Hoy, Jordania ocupa el puesto 66° del ranking FIFA y es el noveno mejor equipo de Asia, lo que le otorga una expectativa alta de cara al debut mundialista.
El Mundial 2026 representará la primera participación de Jordania en la historia de los Mundiales. Hasta hoy, su mejor resultado internacional había sido el subcampeonato de la Copa Asiática 2024, un antecedente que mostró su progreso a nivel continental.
En otras ediciones como en las eliminatorias rumbo a Brasil 2014, habían estado cerca —llegando al repechaje intercontinental—, pero una derrota ante Uruguay los dejó fuera. Esta vez, con convicción y trabajo, lograron el pasaje.
El gran referente del equipo es Mousa Al-Tamari, extremo derecho de 28 años, capitán y figura del conjunto. Apodado por los propios fanáticos como el “Messi jordano”, brilló en el APOEL FC de Chipre y hoy milita en el Stade Rennes de la Ligue 1 francesa. Su velocidad, desequilibrio y liderazgo lo convierten en la principal carta ofensiva de Jordania.
Junto a él, Yazan Al Naimat y Ali Alwan completan un ataque dinámico, mientras que la base del plantel mezcla experiencia, compromiso y una identidad táctica definida.
El responsable de esta hazaña es el entrenador Jamal Sellami, marroquí de 55 años, que asumió en 2024 con la misión de consolidar un proyecto serio y ambicioso. Con apenas dos derrotas en 12 partidos oficiales al mando, Sellami logró que Jordania marcara 19 goles y recibiera solo 8, demostrando solidez defensiva y eficacia ofensiva.
La unión del grupo, la química, la idea de juego y la fe colectiva fueron claves para borrar años de eliminaciones frustrantes.
Jordania hoy celebra un logro histórico. Los Nashama ya están en la Copa del Mundo, y muchos ojos estarán puestos en su camiseta. Con ilusión, valentía y su figura emblemática, Mousa Al-Tamari, buscará dejar su marca y demostrar que los sueños también se construyen con coraje y persistencia.