El Millonario ya acordó todo con el volante, pero aún restan detalles del préstamo con Atlético Mineiro. Gallardo lo espera para el inicio de la pretemporada.
River aceleró en el mercado de pases y está muy cerca de cerrar a su primer refuerzo para 2026. El club mantiene negociaciones avanzadas con Atlético Mineiro por el préstamo de Fausto Vera, y aunque el acuerdo está prácticamente cerrado, todavía quedan detalles contractuales que impiden el anuncio oficial. Aun así, en Núñez dan por hecho que el volante será la primera cara nueva del equipo de Marcelo Gallardo.
Entre River y el futbolista está todo acordado desde hace días. Vera ya no fue convocado por Jorge Sampaoli en la última fecha del Brasileirao y hasta se despidió de sus compañeros en Belo Horizonte. Sin embargo, persisten algunos puntos pendientes entre clubes que estiran la firma.
Lo que falta resolver forma parte de la letra chica del préstamo, que será por un año e incluirá una obligación de compra que rondará los 4 a 5 millones de dólares. Esa cifra se activará si el mediocampista cumple ciertos objetivos deportivos a lo largo de la temporada. Se trata de un monto considerado accesible para River, que pretende asegurarse al volante de 24 años para el futuro.
Si no surge ningún imprevisto, Fausto Vera será oficialmente el primer refuerzo del Millonario para 2026. Gallardo lo considera un viejo anhelo, ya que lo pidió en varios mercados anteriores. La intención del cuerpo técnico es que el jugador se presente en el predio de Ezeiza el sábado 20 de diciembre, día en que comenzará la pretemporada.
Formado en Argentinos Juniors, donde debutó en Primera y llegó a ser capitán con apenas 22 años, Vera disputó 75 partidos en el Bicho antes de que el club vendiera el 70% de su pase a Corinthians por 8 millones de dólares en 2022. Allí jugó dos temporadas (96 partidos) hasta que fue transferido a Atlético Mineiro por pedido de Gabriel Milito, quien ya lo había dirigido en La Paternal y consiguió potenciarlo nuevamente.
Su rendimiento inicial en el Galo fue sólido, al punto de ser titular en la Copa Libertadores 2024, donde llegó a disputar la final. Pero 2025 fue irregular y, tras la salida de Milito, perdió protagonismo. Con la llegada de Sampaoli quedó aún más relegado, lo que allanó el camino para su salida.