Eisenberg dirige, y protagoniza junto a Kieran Culkin, esta vuelta de tuerca al vínculo de los estadounidenses judíos con la memoria del Holocausto, a partir de una insólita comedia dramática en torno a dos primos que se enrolan en un 'tour' por Polonia.
Por Eulàlia Iglesias
Para Fotogramas
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
En su segundo largo como director, Jesse Eisenberg ofrece una vuelta de tuerca al vínculo de los estadounidenses judíos con la memoria del Holocausto, a partir de una insólita comedia dramática en torno a dos primos que se enrolan en un 'tour' por Polonia en homenaje a su abuela superviviente de la barbarie nazi. Eisenberg explora desde un humor con retranca dolorosa las diferentes manifestaciones contemporáneas de la identidad judía y el peso de un legado que parece ensombrecer cualquier otra experiencia traumática, siempre relativa ante la inconmensurabilidad de la Shoah.
El director refresca la comedia indie a partir de la actualización de una dinámica clásica, la que se desarrolla ente un tipo apocado y de vida ordenada al que da vida el director y su contrapunto, el espabilado de sociabilidad desbordante al que encarna Culkin. Cabe reconocerle a Eisenberg su decisión de ceder a Culkin el espacio para lucirse en su registro tragicómico, una oportunidad que este aprovecha a fondo brindando una de las interpretaciones más lucidas del año.
Para descubrir otras formas de humor judío y ampliar la ‘fanbase’ de Kieran Culkin.