Así lo sostuvo el abogado querellante Horacio Patto a Noticiero 7.
El caso de crueldad animal que involucra al exdiputado Juan Manuel “Nano” Baracat generó una fuerte repercusión en Santiago del Estero, no solo por la violencia del hecho, sino también por el debate jurídico que abre en torno a la protección de los derechos animales.
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El abogado querellante, Horacio Patto, dialogó con Noticiero 7 y reclamó una respuesta judicial contundente: “Esperamos que este sea un caso testigo”.
Baracat fue denunciado por disparar con un arma de fuego contra tres caballos, uno de los cuales murió y otros dos resultaron gravemente heridos. Los animales pertenecían a Javier Mercedes Escobedo y estaban en un campo al cuidado de Juan Centeno, exempleado del propio exdiputado. Según la denuncia, Baracat habría atacado a los equinos por error, creyendo que eran de su propiedad.
Detrás del hecho subyace un conflicto de larga data por un terreno en disputa. Meses atrás, Baracat habría contratado a Centeno para que vigilara sus tierras, pero la relación terminó de manera conflictiva, con denuncias cruzadas. Centeno acusó al exdiputado de no pagarle por sus servicios, mientras que Baracat lo denunció por amenazas y robo.
Patto sostuvo que el hecho encuadra claramente en lo previsto por la Ley 14.346 de protección animal, aunque lamentó la antigüedad y las penas mínimas que establece dicha norma: “Esta ley es antiquísima. Prevée penas muy exiguas para lo que hoy representa la concepción del derecho animal”.
Aun así, el letrado consideró que podría haber un agravante que lleve el caso a juicio con una pena efectiva: “Al parecer, y las pruebas así lo indican, se disparó con un arma de fuego contra tres equinos. Eso hace viable la posibilidad de una pena de cumplimiento efectivo, aunque la ley solo contemple de 15 días a un año de prisión. La interpretación que haga el magistrado será clave”.
El acusado presentó un pedido de eximición de prisión, recurso que suele concederse en delitos excarcelables, pero que en este contexto podría ser revisado con mayor severidad, según planteó el abogado.
Patto también hizo hincapié en la violencia como forma de resolver conflictos en el ámbito rural: “Es muy frecuente. Muchas veces son disputas entre vecinos que lamentablemente deciden recurrir a las armas para poner fin a los problemas. Pero los conflictos entre seres humanos deben resolverse en la Justicia, como corresponde en una sociedad civilizada, y no mediante esta cobardía de atacar a animales”.
Mientras los dos caballos heridos continúan en estado crítico, el caso sigue bajo investigación judicial. Para el abogado querellante, el proceso podría sentar un precedente en la aplicación del derecho animal en la provincia.