Compró un colectivo viejo, lo restauró y armó la casa de sus sueños
Le llevó tres años reformarlo y decorarlo como quería, pero el resultado final es increíble.
Muchos sueñan con vivir viajando; otros proyectan en sus mentes la casa de sus sueños. Jessie Lipskin es una de ellas, aunque pudo unir las dos cosas; compró a través del sitio web eBay un micro GMC de 1966 (el mismo modelo que el personaje protagonizado por Keanu Reeves condujo el la película Máxima Velocidad) y comenzó el trabajo: convertirlo en una casa rodante.
Las reformas y la decoración de su nuevo hogar le llevó 3 años; explica que se inspiró en un estilo de vida ecológico y que lo más complicado fue encontrar a las personas correctas para trabajar en este proyecto.
“Me encanta el bricolaje, pero no tengo experiencia en plomería, electricidad y carpintería, lo necesario para este proyecto”, aseguró la joven, quien tuvo el gran desafío de trabajar en una casa que no está fija en un solo lugar.
“Constantemente tenía que dar cuenta de los movimientos. Además de eso, los ángulos del autobús y las ventanas de estilo inclinado dificultaban el diseño y la carpintería curvada. Los niveles eran inútiles, ya que la inclinación del micro cambia según la ubicación entonces, todo se trataba de calcular ángulos. Esto estiró mucho tiempo la finalización del proyecto“, contó Jessie.
En total, llevó 3 años reconstruir el interior de autobús y armar la casa móvil. “Una pintura al óleo encontrada en Goodwill adorna el pasillo. Creo que estos toques finales realmente lo ayudan a sentirse más como un hogar que como un autobús. El resultado es extraordinario”, aseguró.
Uno de los detalles que tiempo le llevó fue encontrar las cortinas adecuadas, sobre todo para el dormitorio. Los almoadones de los sillones y el colchón fueron hechos a medida, al igual que el armario que se extiende en partes iguales para ambos lados.
El baño tiene pisos de madera de caoba, con pequeñas ranuras que facilitan el drenaje para secar la ducha, después de usarla. El desagüe se conecta al drenaje del piso y ambos conducen al tanque de agua que está montado debajo del autobús.
Pero, a pesar de que le llevó tanto tiempo y esfuerzo a Jessie montar la casa rodante en el viejo micro y de que le encanta vivir en su casa móvil, tiene la oportunidad de viajar fuera de su país si decide irse, tendrá que deshacerse de ella y emprender su próxima aventura.
Fuente: Revista Rumbos