La presidenta del PRO recordó su pasado en la Juventud Peronista. “Tengo una profunda autocrítica de lo que fue la violencia como acción política”, afirmó.
En su visita al programa La Noche de Mirtha Legrand, la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, recordó su pasado en la Juventud peronista, hizo una autocrítica por “lo que fue la violencia como acción política” y afirmó que comenzó a cuestionarse su militancia cuando “los Montoneros mataron al Padre Carlos Mugica”.
La ex funcionaria comenzó cuestionando la decisión del actual Gobierno de eliminar un tuit del Ejército Argentino en conmemoración por la muerte de dos militares asesinados en 1975, por lo que consideró necesario “entender que en el país hubo cosas que se hicieron mal y que solamente se analizó un costado de la historia”.
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“Yo lo sé porque era joven, era parte de la JP. Sé lo que pasó y tengo una profunda autocrítica de lo que fue la violencia como acción política. Entonces, que a 40 años de esto se siga discutiendo y siga habiendo una solicitada como la que hubo de Montoneros reivindicando sus acciones y después, cuando hay un comunicado del Ejército Argentino viene un ministro (por el de Defensa, Agustín Rossi) y se los prohíbe, es una barbaridad”, reflexionó.
Asimismo, continuó dando su visión sobre el origen de la lucha armada de las guerrillas en el país: “Fue un momento en el que había como la idea de que la sociedad se iba a acomodar a un cambio profundo, que iba a haber una revolución, sin entender que en general las revoluciones terminan mal”.
“Yo trabajaba en una unidad básica que existía en donde estaba el Mercado del Abasto y era un lugar de muchas situaciones marginales, con mucha gente, donde no había ningún tipo de derecho. Creíamos que el peronismo era como una especie de tren que nos iba a llevar a un destino distinto a lo que históricamente el peronismo había pensando”, confió Bullrich en la mesa que por el momento encabeza Juana Viale.
Profundizando en el tema, la ex Ministra consideró que “había afinidad de pensamiento” entre los integrantes de los distintos grupos armados de ese momento, que tenían una ideología “medio nacionalista, medio católica, medio socialista, una mezcla muy argentina”.
Finalmente, la titular del PRO reveló el momento en el que comenzó a replantearse su militancia: “Yo tuve mi primera crisis fuerte cuando invitamos a hablar a la unidad básica al Padre (Carlos) Mugica. Ese día nos tirotearon y a los pocos días lo mataron. Después nos enteramos que habían sido los propios Montoneros los que lo mataron. Es mentira (que fue la Triple A)”.
En este sentido, señaló que comenzó a dudar de su participación en la JP al enterarse que “la persona que uno llamaba para que diera una charla era la misma a la que había asesinado la propia organización, como fue también el caso de (el dirigente sindical José Ignacio) Rucci, mano derecha de (el ex presidente Juan Domingo) Perón”.
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“Después, el sacudón que yo más sentí fue cuando me di cuenta de que estábamos negando el Estado de Derecho a otros porque el ERP y Montoneros mataban gente, aunque uno lo negara, más allá de que participara activamente o no. Cuando sentí que ese derecho no estaba fue mi cambio rotundo de filosofía”, explicó.
La muerte del policía Juan Pablo Roldán y el uso de pistolas Taser
Por otra parte, la ex ministra de Seguridad lamentó la muerte del policía Juan Pablo Roldán, asesinado de una puñalada en el pecho por una persona que estaba en tratamiento mental y defendió el uso de armas Taser, al señalar que “la Argentina tiene que salir de su pasado y mirar hacia adelante”.
“No podés basar toda tu estructura en construir la desconfianza en las fuerzas armadas y de seguridad, como si, además, en el pasado no hubiera habido mucha más gente comprometida y muchos más actores responsables de eso”, sostuvo la dirigente opositora.
Para Bullrich, “esta idea de que (las pistolas Taser) se parece a la picana es un intento del kirchnerismo y de la izquierda de no querer despegar a las instituciones de su pasado” y remarcó que “cuando se rompe la barrera de los 7 metros de distancia, es más peligroso que el arma de fuego", por lo que opinó que Roldán "tendría que haber disparado” en esa situación.
“Un policía lo es las 24 horas del día, los 7 días de la semana, las cuatro semanas del mes y los 12 meses del año. Por eso, cuando ven a esta persona en una actitud extraña fueron hasta el lugar e hicieron bien. Lo lamentable es que las últimas palabras que escuchó este hombre fueron los insultos de una mujer que repetía un modelo de discriminación y de descrédito de una persona que está para cuidarnos a todos”, señaló.