Jacob se recupera de las heridas que sufrió luego de ser arrastrado 10 kilómetros
La mujer que lo rescató contó que necesitará tiempo para curarse de las múltiples heridas que sufrió al ser arrastrado por el pavimento a modo de “castigo” por un hombre que ni siquiera es su dueño.
Patricia Lezcano es una proteccionista, amante de los animales. Vive en Quimilí y el pasado jueves le tocó vivir una desgarradora experiencia al ver cuando un hombre, a bordo de una moto, arrastraba a un perro tirándolo con un alambre.
Patricia, junto a Facundo, un remisero que ocasionalmente pasaba por el lugar, interceptaron al hombre para obligarlo a ceder en su actitud y rescatar al animal. El hombre les explicó que lo que estaba haciendo era un castigo para el perro porque le había comido un pato de su propiedad.
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Tal fue el grado de indignación que les causó la situación que tanto patricia como otros testigos decidieron denunciar formalmente al maltratador, contó en diálogo con Diario Panorama.
Jacob al ser rescatado y trasladado a la veterinaria.
Las heridas que sufrió el animal en la base de sus patas le impedían pararse y caminar. Así que lo levantaron y junto con Facundo lo llevaron hasta una veterinaria, donde la Dra. Silvana lo atendió curándole las múltiples heridas que presentaba, propias del maltrato. También lo desparacitó y lo vacunó para que la recuperación de Jacob sea más rápida.
Las heridas en las patas le dificultan pararse o caminar.
Durante la entrevista, Patricia contó que esta mañana, luego de que el video del maltrato se viralizara por redes sociales, apareció la familia de Jacob, quienes contaron que lo habían perdido y hacía más de 60 días que lo buscaban.
Descansando un poco.
“Le pedí a la familia de Bombón (nombre con el que Patricia rebautizó a Jacob) que me lo dejen un par de días más para poder seguir curándolo y ver que se recupere y pueda caminar de nuevo”, contó Patricia.
El hecho causó tal indignación en no solamente la comunidad de Quimilí, si no en toda la provincia, que piden a la justicia se tomen medidas contra el agresor, un hombre de apellido Soto.
A su vez, Patricia contó que tal es su amor por los animales que decidió abrir un refugio para animales en situación de calle: Colitas Felices. El mismo funciona gracias al aporte de algunas personas, pero el trabajo para llevar adelante es mucho.
Mientras desayunaba esta mañana.
Colitas Felices
“Una mujer de la comunidad de Quimilí es una ´loca por los animales´ nos cedió un terreno de su propiedad para que funcione allí el refugio, pero hay que cerrarlo perimetralmente. El costo de los materiales es elevado y nos costará mucho poder lograr esa meta”, contó Patricia sobre esta desinteresada colaboradora que prefiere mantenerse anónima.
Es por eso que quienes deseen colaborar con la causa del Refugio Colitas Felices podrán contactarse con ella, a cualquier hora, a través de su página de Facebook o telefónicamente al número 3843418414. Cualquier tipo de aporte será bien recibido.