Muralistas locales junto a la asociación Cedes Kaizen pintaron un mural en alusión a lo que sufren los animales y los niños con autismo a causa de los estruendos.
Si hay algo que no se puede negar es que los artistas santiagueños en todos los rubros viven predispuestos a colaborar en acciones solidarias. En esta oportunidad, cinco muralistas se unieron a Cedes Kaisen, el instituto de Enseñanza Especial, para realizar un mural en alusión a lo que sufren los niños con autismo y los animales frente al uso de la pirotecnia.
Todo comenzó por iniciativa de Sergio Herrera, quien junto a Silvina Segura consiguieron que la asociación les donara las pinturas, y con la buena predisposición de las autoridades del colegio Santo Tomás comenzaron a pintar en una de las paredes que da a la calle Tierra del Fuego, al lado de calle Juncal.
A ellos se les sumaron Leila Nasiff, Exequiel García y Karen Palau; jóvenes artistas con el arma solidario. La pintura es un niño acompañado de un perro, mirando el cielo lleno de luces. “Me acordé de la comunidad perrera, del mural que hicimos en Bichos, y además es un tema sensible para una de nuestras compañeras, a quien toca de cerca porque tiene un familiar con autismo, por eso fue muy importante para nosotros pintarlo”, cuenta Sergio.