Los uniformados ingresaron a la oficina de un congresista y prepararon café y pochoclos. También durmieron la siesta, mientras decenas de personas saqueaban negocios a su alrededor.
El congresista demócrata Bobby Rush difundió un video que muestra a varios agentes del Departamento de Policía de Chicago (Illinois, EE.UU.) que irrumpieron en su oficina de campaña, donde descansaron, tomaron café e incluso durmieron, en momentos en que diversos negocios y locales cercanos estaban siendo saqueados.
US Congressman Bobby Rush says more than 12 CPD officers were "relaxing" in his campaign office while nearby areas were being looted & destroyed.
— Alexis McAdams ABC-7 (@AlexisMcAdamsTV) June 11, 2020
"They even had the gall to make coffee for themselves & to pop, my popcorn, while looters were tearing apart businessesâ #Chicago pic.twitter.com/rXey8Cm9vr
"Los oficiales tuvieron la osadía de prepararse café y hacer palomitas de maíz, mis palomitas, en mi microondas, mientras los saqueadores destrozaban los negocios a su vista y a su alcance", aseveró el congresista en una conferencia de prensa junto a la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot.
Chicago Cops Made Popcorn, Drank Coffee, Napped Inside U.S. Rep Bobby Rushâs Office as Protests Raged
— Michael Sexton (@jmsexton_) June 11, 2020
At least 13 officers were caught on CCTV lounging around in Bobby Rushâs office while protests devolved into chaos outside.https://t.co/4jSZ9odfbY
Ambos condenaron el suceso, que tuvo lugar el pasado 1 de junio, cuando se produjeron saqueos y otras actividades delictivas mientras centenares de personas salían a las calles a manifestar contra de la brutalidad policial, en protesta por el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un agente policial de Mineápolis el pasado 25 de mayo.
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Cuando el congresista revisó los videos de las cámaras de seguridad de su oficina, para aclarar los sucesos en torno a los robos, descubrió que alrededor de una docena de oficiales habían estado allí y, entre otras cosas, se dieron tiempo para tomar una siesta en un sofá. Tres de ellos, incluso, con los pies sobre los escritorios.
"Es una profunda falta de respeto. Es una vergüenza personal para mí. [...] estos oficiales no se podrán esconder tras su placa y seguir como si nada", aseguró la alcaldesa.