Será en todo el país y pondrá un fuerte freno a las celebraciones de fin de año. Quieren evitar a toda costa una tercera ola.
Desconfinamiento oficial, toque de queda obligatorio desde el martes a las 8 de la noche hasta las seis de la mañana y “auto confinamiento preventivo” para preservarse para la Navidad en Francia. Fin de año será con toque y sin fiesta.
La síntesis es contradictoria pero revela hasta donde no hay una solución para enfrentar al virus y no restringir las libertades. El presidente Emmanuel Macron teme un estallido social en Francia y se inclina por la persuasión antes que la obligación y la fuerza.
La nueva etapa de desconfinamiento oficial francés comienza este martes con otro confinamiento: un toque de queda obligatorio en todo el país, donde a las 8 de la noche, todos deberán estar encerrados en su casa. Los que trabajan, deberán abandonar sus tareas más temprano porque va a haber un estricto control policial y fuertes multas, si están en la calle sin la correspondiente autorización excepcional.
El primer ministro Jean Castex consideró que una buena medida para una Navidad, con seis de la familia en la mesa, que Francia no quiere suspender es “autoconfinarse” hasta entonces, como una medida de preservación.
“Es una buena medida para limitar los riesgos de la tercera ola”, sugirió la profesora Karine Lacombe, que forma parte del Consejo Científico. Con ella podría haber menos riesgo en el reencuentro con los ancianos.
A partir de este martes 15 de diciembre no será necesario ningún certificado para poder moverse por el territorio durante el día. Sin embargo, deberán contar con una atestación para poder viajar durante el horario de toque de queda, entre las 8 p.m. y las 6 a.m.
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“Las reglas sobre el teletrabajo se relajarán a partir del 7 de enero para permitir que el 100% de los empleados que teletrabajan, regresen a la oficina un día a la semana”, anunció Elisabeth Borne, ministra de Trabajo.
Las clases y la cantina escolar han sido una bandera para el gobierno de Emmanuel Macron porque muchos alumnos quedaron fuera del sistema educativo por falta de acceso a la internet, a computadoras y a comida cuando se cerró todo en la primera ola.
Pero en estas vacaciones escolares navideñas, el primer ministro Jean Castex informó que “los alumnos pueden faltar al colegio el jueves y viernes”, previo aviso a los profesores, antes de que comiencen las vacaciones escolares navideñas. Pero deberán “confinarse” para no contagiar en los días de Navidad a los mayores y cumplir con los gestos de protección.
Castex también adoptó las sugerencias del Consejo Científico: hay que testearse antes de ver a los próximos, como una medida de precaución. Frente a las farmacias de Paris hay carpas blancas, donde se puede testear rápidamente y tener el resultado poco después.
El miedo de las autoridades es que una tercera ola llegue a Francia después de las fiestas navideñas, como sucedió tras las vacaciones de verano y sus excesos. Quieren prevenirla a cualquier costo.