Como en 'The Guilty', Gustav Möller saca partido a los mínimos elementos para componer un trabajo opresivo y lleno de tensión, atmosférica y psicológica, protagonizado por una funcionaria que planea vengarse del joven que ha matado a un familiar cuando ingresa en la cárcel en la que trabaja.
Por Beatriz Martínez
Para Fotogramas
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
Gustav Möller, director sueco afincado en Dinamarca, sorprendió en 2018 con su debut 'The Guilty', un thriller angustioso ambientado en una única localización en el que un operador del servicio de urgencias tenía que hacerse cargo de la llamada de una mujer secuestrada. La intensidad de la película la convirtió en un pequeño hito e incluso se hizo un remake americano liderado por Jake Gyllenhaal. Ahora regresa con un film de ambientación carcelaria en el que seguimos los ritmos cotidianos de una funcionaria cuya rutina se ve alterada cuando llega a una de las zonas de máxima seguridad un preso que cumple condena por el asesinato de un familiar. Así, la protagonista (espléndida Sidse Babett Knudsen) se introducirá en una espiral de venganza hacia ese joven con el que establecerá una relación imposible de definir en la que la violencia se respirará en cada uno de sus encuentros. De nuevo, Möller saca partido a los mínimos elementos para componer un trabajo opresivo y repleto de tensión, atmosférica y psicológica, en la que los peores instintos se adueñarán de los personajes en un juego malsano de torturas que reflexiona sobre el perdón, la culpa y la crueldad humana.
Para los que quieran sumergirse en un drama carcelario preciso y angustioso.
