La vicepresidenta calificó de “insólito” el reclamo de ocho senadores oficialistas que piden restringir el uso de los baños del Congreso a los miembros de fuerzas de seguridad.
En una contundente respuesta, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, rechazó con duras críticas el polémico pedido realizado por ocho senadores kirchneristas, quienes solicitaron que los policías y miembros de fuerzas de seguridad nacionales no puedan utilizar los baños del Congreso cuando participen de operativos durante manifestaciones sociales.
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El reclamo, encabezado por el senador Oscar Parrilli junto a sus colegas Silvia Sapag, Antonio Rodas, Cristina López, Carlos Linares, Sergio Leavy, María Eugenia Duré y Gerardo Montenegro, fue elevado formalmente a la vicepresidenta el pasado 22 de julio. En la solicitud, los legisladores exigían que se regulase el acceso de las fuerzas de seguridad a los espacios comunes del Senado, argumentando que el uso de los sanitarios debería estar reservado únicamente para el personal administrativo del Congreso, asegurando que las fuerzas de seguridad no alteraran el normal funcionamiento de la institución.
La respuesta de Villarruel: "No sufrirán percances"
La vicepresidenta Victoria Villarruel respondió con vehemencia a la carta de los senadores kirchneristas, calificando su pedido de "insólito". En su misiva, Villarruel defendió el derecho de los agentes del Estado a utilizar los baños del Congreso, argumentando que en una “comunidad organizada”, los servidores públicos deben ser tratados con respeto, sin discriminación o estigmatización, un principio que consideró vulnerado en gobiernos anteriores.
Villarruel se dirigió directamente a Oscar Parrilli, uno de los principales firmantes, sugiriendo irónicamente que, dado que el senador cuenta con un baño privado en su despacho, no debería temer por “el cómodo desenvolvimiento de sus actividades”, aludiendo al hecho de que la solicitud no le afectaría de manera personal.
El reclamo de los senadores kirchneristas establece que los efectivos de las fuerzas de seguridad solo puedan utilizar los sanitarios del Congreso de manera estrictamente necesaria. Argumentan que su presencia constante en el Senado durante los operativos de seguridad relacionados con manifestaciones sociales podría afectar la comodidad y el bienestar del personal administrativo y de los propios legisladores. Según su solicitud, esta medida busca garantizar que el funcionamiento normal de la institución no se vea alterado por la presencia de fuerzas de seguridad en las instalaciones del Congreso.
