La escudería francesa reconoció las dificultades que tuvo el piloto argentino durante la competencia.
La participación de Franco Colapinto en el Gran Premio de Hungría resultó frustrante para el piloto argentino, que partió desde el 14° puesto y finalizó en la 18ª posición, tras una carrera marcada por errores en boxes y un rendimiento que no estuvo a la altura de sus expectativas.
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A lo largo de las 70 vueltas en el circuito de Hungaroring, Colapinto realizó dos paradas en boxes, ambas con una duración superior a los siete segundos, lo que perjudicó severamente sus chances de mantenerse en el pelotón medio. En la primera detención, un inconveniente con una de las ruedas traseras demoró la maniobra, que se extendió más de lo normal. A pesar de ello, el piloto de Alpine logró recuperar posiciones y trepar hasta el puesto 15.
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Sin embargo, la segunda parada fue aún más costosa. En un momento clave de la competencia, los mecánicos volvieron a fallar, y Colapinto quedó relegado nuevamente al último lugar. Frustrado por la situación, se lo escuchó decir con voz entrecortada al salir de boxes: “Mi Dios”.
La propia escudería Alpine no ocultó su desazón y expresó en redes sociales un contundente mensaje: “Una carrera para el olvido”. El equipo reconoció los errores que condicionaron al joven argentino y anticipó que buscarán corregirlos de cara a las próximas fechas del calendario.
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Con esta actuación, Colapinto suma una experiencia amarga en su primer año con la escudería francesa, pero también deja en claro que su potencial sigue intacto. El desafío ahora será dar vuelta la página y enfocarse en la recuperación en la próxima cita del campeonato.