Los consejos de los expertos más reconocidos.
¿Quién dijo que en invierno -con la temporada de pileta y sol intenso atrás- el pelo no requiere de cuidados específicos? La realidad es que en los momentos de clima más extremo las rutinas especiales y a medida son indispensables.
En estos meses, la combinación entre “el frío, la humedad y los ambientes calefaccionados se convierte en un cóctel contra el pelo sano y bien cuidado. También suele ser la instancia en que se intensifica el uso del secador y la planchita”, explica Adrián Acuña, tricólogo -es la especialidad que se encarga del cuidado del cabello- y director del Instituto del Cabello.
Por estos factores, “las fibras capilares comienzan a perder su nivel de hidratación y de lípidos, que son los encargados de nutrirlos y de darles brillo”, resume Martín Monthelir, técnico de Alfaparf Alta Moda.
¿Qué hacer? Pensar en algunos pequeños cambios y ajustes en los cuidados habituales marcará la diferencia.
Los productos adecuados
“Con cada cambio de estación es importante visitar un salón para que un especialista pueda determinar, mediante un diagnóstico capilar, cuál es la línea que va a dar mejores resultados en ese momento”, sugiere Liliana Ríos, técnica consejera de Matrix y Biolage Argentina.
Las pautas fundamentales: “los cabellos ondulados precisan más hidratación, para los más finos son ideales aquellos productos con colágeno y las líneas que cuentan con queratina suavizarán las melenas más gruesas”, ejemplifica Martín Cóceres, técnico de la marca Schwarzkopf Professional.
Además, para dominar el frizz que “se genera por la humedad del ambiente, la deshidratación de las fibras y por la pérdida del peso interno del pelo, hacen falta sprays o lociones hidratantes de texturas bien ligeras y que no necesiten enjuague”, recomienda Acuña.
Por otra parte, si se usa secador o planchita, será fundamental usar un producto termoprotector. “Actúan reconstituyendo y reforzando las fibras capilares y al mismo tiempo, brindando un escudo inigualable”, completa Adrián Acuña.
La rutina ideal
Hay varios cuidados básicos que marcan la diferencia.
- Bis de champú. “Siempre conviene hacer dos aplicaciones de producto. La primera lavará y la segunda actuará como tratante”, aconseja Jacob Oliveras, jefe de educación de las firmas Matrix y Biolage.
- Enjuagar bien el acondicionador. “Muchas personas dejan parte del producto, pensado que mejorará la calidad del resultado. Esto es un mito. Ya que, de esta manera, el cabello tendrá un aspecto más pesado y se ensuciará más”, explica Leticia Delrieux, responsable de educación de Kérastase Argentina.
- Adoptar una crema de peinar. “Continuarán aportando nutrición a lo largo del día”, Martín Monthelir.
- Pensar en un plus de nutrición. Una vez por semana conviene realizar un tratamiento intensivo. “Una alternativa es combinar una máscara con una ampolla de tratamiento. Se deben mezclar ambas, con una dosis de tres partes de máscara y una de la ampolla. Colocar de medios a puntas, dejar el tiempo de exposición indicado y enjuagar”, detalla Monthelir. Si el cabello está muy dañado, la aplicación puede realizarse varias veces por semana. Esto ayudará a mejorar las puntas abiertas.
- Sin fricciones. "Es importante evitar refregarlo con la toalla. Sucede que cuando está mojado el pelo presenta mayor debilidad de las fibras capilares y esta acción lo daña", señala Delrieux.
- Secador medido. “Conviene utilizarlo una vez que el cabello esté aireado y no completamente mojado, a una temperatura media y a una distancia de 10 centímetros de la cabeza”, enumera Acuña.
Fuente: Adrián Acuña para Clarín