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Hidroxicloroquina, el polémico fármaco que toma Jair Bolsonaro

Se trata de un derivado de la cloroquina, que se usa para combatir el paludismo.

07/07/2020

El nombre de la hidroxicloroquina (HCQ) comenzó a sonar en torno a la propagación del COVID-19, junto a una fuerte polémica sobre su efectividad en el tratamiento contra el virus.

El fármaco en cuestión, defendido abiertamente por el presidente de Brasil Jair Bolsonaro, es un derivado de la cloroquina, que se usa para combatir el paludismo.


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Desde hace meses, con la imparable propagación del coronavirus en el mundo, comenzó resonar el nombre del medicamento, dado que en muchos países se recomendó su incorporación en el tratamiento. Sin embargo, un numeroso grupo de infectólogos y estudios científicos desmintieron su efectividad.

La hidroxicloroquina y la cloroquina son esenciales para personas que tienen lupus o enfermedades crónicas como la artritis reumatoidea: la utilizan para controlar los síntomas, evitar discapacidades y superar complicaciones.

Pero los riesgos de esta droga mal administrada, según advirtieron los especialistas, son diversos: puede provocar náuseas, vómitos, efectos en la piel, daños en la visión, hasta alteraciones hepáticas y renales.

Bolsonaro defendió la utilización del fármaco desde un primer momento y su diagnóstico positivo, confirmado este martes, fue ocasión para traer la cuestión nuevamente al centro de la polémica. Indicó que ya comenzó a tomar hidroxicloroquina para recuperarse.


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La oficina de Estados Unidos que controla los alimentos y los fármacos que se venden en ese país revocó a mediados de junio la autorización para el uso de emergencia de los medicamentos hidroxicloroquina y cloroquina para el tratamiento de COVID-19, que era promovido por el propio presidente Donald Trump. El organismo consideró que no sirve como tratamiento y que sus efectos secundarios podrían ser letales.