Conforme disminuye la cantidad de participantes en MasterChef Celebrity, cada vez se vislumbra más la competencia entre los restantes. Y como parte de ella, también comenzó a aparecer el armado de grupos rivales.
Que Rocío Marengo y Sofía Pachano no se soportan es sabido, tanto como para que la primera haga tandem con Analía Franchín; una dupla, al inicio, inesperada. Pero el juego y la estrategia son así.
La modelo tenía un as en la manga, y era el beneficio que obtuvo al haberse llevado la medalla al mejor plato, la semana pasada. El jurado le explicó: "Podés cambiar el plato que te tocó por otro, y además prohibirle el uso de la batidora a alguno de tus compañeros durante todo el desafío". Mientras el primer punto no le interesó demasiado (y lo bien que hizo, porque sus mini donas fueron muy elogiadas), para el segundo comenzó a frotarse las manos. Y después de un rápido paneo eligió a su víctima: Sofía.
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"Hay una realidad, una buena cocinera sin batidora debería poder salir adelante igual -intentó una explicación poco creíble-. En esta competencia, cuando uno tiene muchos amigos no tendría que tener miedo a nada, porque siempre alguien te puede dar una mano. Con ella tenemos buena onda, pero no es de las más cercanas".
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Minutos después, Marengo fue un poco más sincera: "Dentro de todos mis compañeros, con algunos tengo más relación, y por más que fueran muy buenos en la cocina no les sacaría la batidora, y tengo otros con los que tengo menos relación. Igual a Sofía Pachano no le tengo miedo".
La hija de Aníbal se las arregló como pudo, batiendo a mano, pero sus mini alfajores no cautivaron a los expertos y quedó nuevamente en el jueves de los peores. A pesar del revés, Sofi reconoció las rivalidades: "Acá hay bandas: el Turco, el Polaco, Leti y yo, contra el resto del mundo por siempre", y le dedicó unas palabras a su compañera: "En algún momento me la voy a cobrar. La venganza es un plato que se sirve frío".